El delegado territorial de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, Juan José Alonso, ha destacado la singularidad de este elemento puesto que "es muy escasa la presencia de cráneos con evidencias de trepanaciones", según ha trasladado en una nota tras la presentación junto a la directora del museo, Tania Fábrega, y la psiquiatra Rocío Torrecilla.
La trepanación se considera como la maniobra de perforación de una parte concreta del cráneo y puede ser con la persona viva o en un cadáver. Según la psiquiatra del Hospital de Jerez y profesora de la Universidad de Cádiz, que ha elaborado el texto del panel explicativo que se muestra junto al cráneo, "esta práctica es considerada como una de las primeras intervenciones quirúrgicas que se han dado en la historia de la Humanidad" y la misma se utilizaba "tanto para enfermedades físicas como mentales o místicas".
Con esta pieza, se pretende hacer una revisión sobre las teorías "médicas" de la trepanación y la evolución de la salud mental. Torrecilla ha explicado que cuando se trata de la motivación detrás de las antiguas prácticas de trepanación, "hay más preguntas que respuestas" así como "diferentes teorías explicativas de esta intervención, como puede ser a causa de un traumatismo craneo-encefálico, tumores e infecciones".
En otras ocasiones, se practicaría para combatir enfermedades neurológicas como las cefaleas y las epilepsias, ya que se atribuían las convulsiones epilépticas a espíritus malignos, para los cuales la trepanación proporcionaba una vía de escape.
Incluso los fragmentos de huesos craneales podrían servir
como talismanes protectores frente a los espíritus y a la epilepsia.
También se habría aplicado como medio para "aliviar la locura".
En las trepanaciones post-mortem, las teorías apuntan a que se
realizaban para dar salida a los "malos espíritus" presentes en el
difunto y para obtener "amuletos a partir del trozo circular de hueso
extirpado", ya que, a veces aparece perforado para ser utilizado como
colgante. Estos huesos se utilizarían "como reliquias o protección
contra las enfermedades convulsivas".
Asimismo, se pensaba que
las enfermedades mentales se originaban por razones
"rituales-mágico-religiosas", por lo que la trepanación "serviría para
expulsar a un espíritu maligno que habría penetrado en el individuo"
influenciado por "el trasfondo cultural de la época en la que se tenía
mucho miedo a enloquecer".
Para la psiquiatra Torrecilla,
"esta experiencia religiosa, pero también curativa, estaba relacionada
íntimamente con los llamados estados perceptivos de la conciencia"
puesto que "un cráneo trepanado no solo aumentaría el flujo sanguíneo en
la zona del cerebro, sino que también expandiría el esquema con el que
el psiquismo organiza a la realidad".
Señala que hubo incluso
una corriente que recomendaba a todas las personas realizarse una
trepanación para adquirir habilidades y un nivel de inteligencia y
funcionamiento superior.
"La preocupación por la salud mental
viene de antiguo, cuando los problemas mentales se explicaban por
influencias sobrenaturales: espíritus, demonios o brujería, idea que
predominó en distintas formas durante miles de años. Fue hace menos de
cien años cuando los avances combinados de la psicología y de la
psiquiatría abrieron la puerta a tratamientos seguros y efectivos de
muchos problemas mentales. La psiquiatría es una especialidad moderna,
donde aún queda mucho por descubrir y mejorar", ha manifestado la
doctora.
Alonso ha recordado que la 'Pieza del mes' es una
iniciativa con la que se pretende dar a conocer su colección
arqueológica a través de obras menos conocidas, generalmente no
expuestas en las salas, pero que son siempre seleccionadas por su
interés, relevancia, belleza o representatividad y que se realiza con la
colaboración de la Asociación Luis Siret de Amigos y Amigas del Museo
de Almería.
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