ALMERÍA.- Los equipos de respuesta inmediata ante emergencias y de ayuda
humanitaria a inmigrantes (ERIE-AHI) de Cruz Roja en Almería atendieron
durante el pasado año a 6.022 personas llegadas en patera hasta las
costas de la provincia, lo que representa un 50,74% más que el año
anterior en el que el trabajo de profesionales y voluntarios permitió
ayudar a unas 4.002 personas.
Así se desprende de la memoria anual de actividades que el presidente de Cruz Roja Almería, Antonio Alastrué, ha presentado este lunes junto con el coordinador provincial, Francisco Vicente, en la que se desgranan las 176.000 intervenciones directas llevadas a cabo en la provincia para atender a casi 63.000 personas durante 2023.
En total, Cruz Roja realizó el pasado año 484 intervenciones en materia de salud, socorro y emergencias mediante las que se auxilió a 6.255 personas, el 90,4% de ellas relacionadas con pateras, lo que les ha permitido constatar el perfil de sus ocupantes que ha cambiado en los últimos años hacia el de hombres de origen magrebí y argelino frente a las personas de origen subsahariano.
En este sentido, Vicente ha apuntado una "sutil" diferencia detectadas en las embarcaciones auxiliadas al constatar que en las pateras hasta ahora ocupadas íntegramente por hombres jóvenes magrebíes y argelinos, han comenzado a viajar en un pequeño porcentaje también mujeres y niños. "Si empieza a haber en las pateras de 18 personas de dos a cinco mujeres o con menores a cargo, aunque sigue siendo un número muy pequeño del total", ha trasladado.
Desde la institución, donde refuerzan su dispositivo en verano con el apoyo del Gobierno, han dejado constancia además de algunos posibles cambios en las rutas con desembarcos en la zona de Adra o en San José, en Níjar, de pateras no interceptadas en el mar frente a actuaciones anteriores más frecuentes anotadas en la zona del Levante.
"Afortunadamente contamos con una red de voluntarios, de más de 200 voluntarios, que son los que hacen posible este trabajo. El voluntariado de Cruz Roja es el pulmón de la Cruz Roja y en este caso, en el caso de las emergencias, más aún", ha explicado el coordinador, quien ha señalado que el 80% del personal que trabaja en atender a la población inmigrante en los ERIE son voluntarios.
Desde Cruz Roja han incidido además en la "historia de vida" que se encuentra detrás de estas cifras, puesto que cada una de ellas arriesga su vida en una patera a fin de alcanzar territorio europeo. "No es un capricho, no vienen de turismo", ha recalcado Vicente a la hora de focalizar la situación por la que atraviesan los inmigrantes a los que se atiende a su llegada.
La labor de la entidad en materia de migrantes ha permitido, de otro lado, atender con las 406 plazas de los tres centros de acogida disponibles a 4.810 personas de las que 222 se encontraban en situación de trata y efectuar 322 tareas de búsqueda de personas que son requeridas por sus familiares en sus países de origen para intentar dar información de su paradero y ponerlos en contacto o, en su caso, notificar su fallecimiento y gestionar la documentación necesaria para la repatriación del cuerpo, además de dispensar apoyo psicosocial.
El trabajo de Cruz Roja con el colectivo de inmigrantes también se ha trasladado a las zonas de asentamientos chabolistas, principalmente en Níjar, Cuevas del Almanzora y el Poniente almeriense, con 3.724 usuarios auxiliados frente a los 3.617 del año anterior.
De otro lado, desde Cruz Roja han señalado que también se ha trabajado en la acogida de emergencia de unas 1.400 personas inmigrantes de origen subsahariano, en su mayoría, procedentes de Canarias a través del programa de atención humanitaria coordinado desde el Ejecutivo central para dar respuesta a la crisis migratoria.
El programa 'Demcan' mantiene en activo como recurso de acogida con 440 plazas desde el último trimestre del pasado año un hotel en la zona de El Toyo donde se da refugio a las personas llegadas a la isla, de modo que solo en el emplazamiento gestionado por Cruz Roja se atendieron a 731 personas en 2023. No obstante, la entidad Accem también se ha ocupado de la gestión de un espacio similar en Roquetas de Mar, al menos, durante el pasado año.
"Nosotros lo que hacemos, lo primero, es ofrecer un descanso. Son personas que vienen de una situación extrema en Canarias, en situaciones malas, tanto sociales como de salud", ha detallado Vicente, quien ha explicado que el recurso, que permanece abierto, tiene previsto su que finalice hacia finales de mayo.
Así, la acción de Cruz Roja en este espacio pasa por ofrecer una revisión sanitaria y analizar la situación social de cada una de las personas que llegan a la Península de cara a favorecer su recuperación anímica y psicológica, para posteriormente ver si situación administrativa, si son solicitantes de asilo o si tienen red de apoyo en España.
Durante el periodo de atención, que cuenta con un plazo máximo general de 90 días que habitualmente no se llega a agotar, los usuarios se preparan también para su salida. "La mayoría vienen a buscarse un porvenir, con la esperanza de encontrar aquí un empleo y buscarse la vida", ha detallado Vicente, quien ha apuntado Galicia, Huelva, Madrid o Barcelona como algunos de los destinos a los suelen ir en busca de trabajo en base a sus habilidades, conocimientos y redes de apoyo.
La institución también ha atendido a un total de 543 personas desplazadas de Ucrania a raíz del conflicto bélico mediante el centro de acogida específico abierto en el albergue de Inturjoven así como en los diferentes centro de acogida de Cruz Roja.
Así, se ha dispensado atención a personas que con redes de apoyo para la acogida para gestionar su documentación y asesorarles en otros trámites para establecerse en el país. En 2022, Cruz Roja atendió a otras 669 personas procedentes de Ucrania.
En total, las políticas de ayuda a personas migrantes de Cruz Roja han beneficiado a 17.303 inmigrantes en 2023, esto es, 4.125 más que en 2022, de los que 1.159 han sido personas beneficiarias solicitantes de asilo y refugiados frente a los 1.131 del año anterior.
Así se desprende de la memoria anual de actividades que el presidente de Cruz Roja Almería, Antonio Alastrué, ha presentado este lunes junto con el coordinador provincial, Francisco Vicente, en la que se desgranan las 176.000 intervenciones directas llevadas a cabo en la provincia para atender a casi 63.000 personas durante 2023.
En total, Cruz Roja realizó el pasado año 484 intervenciones en materia de salud, socorro y emergencias mediante las que se auxilió a 6.255 personas, el 90,4% de ellas relacionadas con pateras, lo que les ha permitido constatar el perfil de sus ocupantes que ha cambiado en los últimos años hacia el de hombres de origen magrebí y argelino frente a las personas de origen subsahariano.
En este sentido, Vicente ha apuntado una "sutil" diferencia detectadas en las embarcaciones auxiliadas al constatar que en las pateras hasta ahora ocupadas íntegramente por hombres jóvenes magrebíes y argelinos, han comenzado a viajar en un pequeño porcentaje también mujeres y niños. "Si empieza a haber en las pateras de 18 personas de dos a cinco mujeres o con menores a cargo, aunque sigue siendo un número muy pequeño del total", ha trasladado.
Desde la institución, donde refuerzan su dispositivo en verano con el apoyo del Gobierno, han dejado constancia además de algunos posibles cambios en las rutas con desembarcos en la zona de Adra o en San José, en Níjar, de pateras no interceptadas en el mar frente a actuaciones anteriores más frecuentes anotadas en la zona del Levante.
"Afortunadamente contamos con una red de voluntarios, de más de 200 voluntarios, que son los que hacen posible este trabajo. El voluntariado de Cruz Roja es el pulmón de la Cruz Roja y en este caso, en el caso de las emergencias, más aún", ha explicado el coordinador, quien ha señalado que el 80% del personal que trabaja en atender a la población inmigrante en los ERIE son voluntarios.
Desde Cruz Roja han incidido además en la "historia de vida" que se encuentra detrás de estas cifras, puesto que cada una de ellas arriesga su vida en una patera a fin de alcanzar territorio europeo. "No es un capricho, no vienen de turismo", ha recalcado Vicente a la hora de focalizar la situación por la que atraviesan los inmigrantes a los que se atiende a su llegada.
La labor de la entidad en materia de migrantes ha permitido, de otro lado, atender con las 406 plazas de los tres centros de acogida disponibles a 4.810 personas de las que 222 se encontraban en situación de trata y efectuar 322 tareas de búsqueda de personas que son requeridas por sus familiares en sus países de origen para intentar dar información de su paradero y ponerlos en contacto o, en su caso, notificar su fallecimiento y gestionar la documentación necesaria para la repatriación del cuerpo, además de dispensar apoyo psicosocial.
El trabajo de Cruz Roja con el colectivo de inmigrantes también se ha trasladado a las zonas de asentamientos chabolistas, principalmente en Níjar, Cuevas del Almanzora y el Poniente almeriense, con 3.724 usuarios auxiliados frente a los 3.617 del año anterior.
De otro lado, desde Cruz Roja han señalado que también se ha trabajado en la acogida de emergencia de unas 1.400 personas inmigrantes de origen subsahariano, en su mayoría, procedentes de Canarias a través del programa de atención humanitaria coordinado desde el Ejecutivo central para dar respuesta a la crisis migratoria.
El programa 'Demcan' mantiene en activo como recurso de acogida con 440 plazas desde el último trimestre del pasado año un hotel en la zona de El Toyo donde se da refugio a las personas llegadas a la isla, de modo que solo en el emplazamiento gestionado por Cruz Roja se atendieron a 731 personas en 2023. No obstante, la entidad Accem también se ha ocupado de la gestión de un espacio similar en Roquetas de Mar, al menos, durante el pasado año.
"Nosotros lo que hacemos, lo primero, es ofrecer un descanso. Son personas que vienen de una situación extrema en Canarias, en situaciones malas, tanto sociales como de salud", ha detallado Vicente, quien ha explicado que el recurso, que permanece abierto, tiene previsto su que finalice hacia finales de mayo.
Así, la acción de Cruz Roja en este espacio pasa por ofrecer una revisión sanitaria y analizar la situación social de cada una de las personas que llegan a la Península de cara a favorecer su recuperación anímica y psicológica, para posteriormente ver si situación administrativa, si son solicitantes de asilo o si tienen red de apoyo en España.
Durante el periodo de atención, que cuenta con un plazo máximo general de 90 días que habitualmente no se llega a agotar, los usuarios se preparan también para su salida. "La mayoría vienen a buscarse un porvenir, con la esperanza de encontrar aquí un empleo y buscarse la vida", ha detallado Vicente, quien ha apuntado Galicia, Huelva, Madrid o Barcelona como algunos de los destinos a los suelen ir en busca de trabajo en base a sus habilidades, conocimientos y redes de apoyo.
La institución también ha atendido a un total de 543 personas desplazadas de Ucrania a raíz del conflicto bélico mediante el centro de acogida específico abierto en el albergue de Inturjoven así como en los diferentes centro de acogida de Cruz Roja.
Así, se ha dispensado atención a personas que con redes de apoyo para la acogida para gestionar su documentación y asesorarles en otros trámites para establecerse en el país. En 2022, Cruz Roja atendió a otras 669 personas procedentes de Ucrania.
En total, las políticas de ayuda a personas migrantes de Cruz Roja han beneficiado a 17.303 inmigrantes en 2023, esto es, 4.125 más que en 2022, de los que 1.159 han sido personas beneficiarias solicitantes de asilo y refugiados frente a los 1.131 del año anterior.
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