"Y mi mujer también se llama Paqui", añade Paco Miranda a la lista. Por eso decidieron que no iban a ponerle el mismo nombre a sus hijos. "Con dos Pacos en casa basta", cuenta a Informativos Telecinco, "aunque si mi mujer no se llamara Francisca puede que sí le hubiéramos puesto Paco a alguno de ellos".
Es la costumbre en este puesto de la Alpujarra almeriense. "Suelen poner a los hijos el nombre del padre o del abuelo", dice el alcalde Paco García, hijo de un Paco y nieto de otro Paco, "y no me atrevo a decir más antepasados". De cualquier forma, en este pueblo la tradición y la casualidad se han aliado para que este nombre se haya expandido más que los demás.
Paco es uno de los nombres más comunes de España. Entre Franciscos y Franciscas a secas hay cerca de 750.000 personas, es decir, el 1,58% de la población española. La cifra en este pueblo de Almería sube hasta casi el 16%, o lo que es lo mismo, que el nombre de Paco en Almócita es diez veces más común que en el resto del país.
De los algo más de 200 vecinos que viven aquí, hay más de una treintena que se llaman Francisco o Francisca. "Cuando viene alguien de fuera y pregunta por Paco se hace algo complicado", dice Paco Miranda, "y la gente se sorprende". Sin embargo, entre los vecinos no hay ningún problema. Cada Paco tiene su propia forma de identificarse.
Está Paco el del taller o Paco el del bar... Y si no tienen negocio que haga de apellido, siempre tienen madre que les de un segundo nombre. Y así en Almócita nos encontramos con Paco el de Matilde, Paco el de Ángeles o Paco el de Cloti, al que desde que ganó las elecciones todos llaman Paco el alcalde.
"Es como la anécdota de nuestro pueblo", cuentan en los vecinos, "y se lo solemos contar a la gente cuando viene de visita". Lo curioso es que el patrón de Almocita no es San Francisco, sino San Blas, "y aquí no hay nadie que se llame Blas", apunta Paco, el alcalde del pueblo de los Pacos.
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