ALMERÍA. –El nuevo Barómetro de Situación Económica que elabora cada semestre el Colegio Profesional de Economistas de Almería, correspondiente en este caso al segundo de 2023, refleja una nueva caída del indicador de confianza, manteniendo así la constante que viene marcada desde la pandemia, en la que se alternan más que nunca bajadas y subidas en función de todo lo que viene aconteciendo con los efectos de la inflación, la guerra entre Rusia y Ucrania y, ahora, los efectos que pueden tener en España los acuerdos electorales y todo lo que acontece en todo Oriente, llegando el conflicto al Mar Rojo, fundamental para el comercio internacional.
Así se ha desvelado esta mañana en la presentación realizada en la sede colegial, a cargo de la decana Ana María Moreno, el director del barómetro y vocal de la directiva, David Uclés, y el secretario del Colegio, Carlos Cano.
En palabras de Ana Moreno, “después de una leve recuperación de la confianza en el primer semestre del año, en este último tramo de 2023 volvemos a una evolución difícil de prever, ya que tenemos que añadir el conflicto palestino – israelí, que empieza a ir más allá de su territorio. A pesar de ello, sorprendentemente, los datos macroeconómicos no han sido del todo malos”.
El PIB para 2023, previsto inicialmente en el 1%, puede acabar el año en el 2,4%, “la situación no ha sido tan mala, sobre todo por la prórroga de ayudas postpandemia y de corrección de inflación, que han mantenido el consumo y la demanda interna”, La tasa de inflación de 2023 se acerca al 3,1% frente al 5,7% de 2022.
Tal y como ha avanzado David Uclés, es posible que España acabe 2024 por debajo de ese 2% que exige Europa, y que puede llegar antes en Almería y Andalucía”. A lo que Ana Moreno añade que “tampoco sabemos cómo procederá el Banco Central Europeo ya que pasamos de un tipo de interés del 0,5% a mediados de 2022 a un 4,5% a finales de 2023.
El panorama macroeconómico de Almería para los años 2023 y 2024 muestra una desaceleración del crecimiento económico (se estima en un 1,7%), acompañada por una reducción de la inflación y un aumento en el número de ocupados así como por la reducción de la tasa de paro.
Mención especial merece también el descenso en las exportaciones que la agricultura ha compensado con un incremento de su valor y del precio medio de la producción.
La decana del Colegio de Economistas ha apuntado que “hoy más que nunca hay una seria preocupación por la falta de agua, algo que podría tener un gran impacto en la economía de nuestra provincia en dos de nuestros sectores estratégicos como son la agricultura y el turismo”.
El carácter estructural que está adquiriendo muchos de los indicadores están provocando una gran vulnerabilidad a la economía en general y en particular. Todo ello se refleja en el Barómetro de Situación Económica con una percepción a la baja.
Tras las elecciones generales y la investidura de un nuevo gobierno de coalición, y el estallido de una nueva guerra en Gaza, el índice de sentimiento económico retorna a terreno negativo (-18,89) dejándose en el camino 33,56 puntos.
Este sentimiento pesimista es el reflejo, en gran medida, de la desfavorable valoración de la situación económica personal, de la provincia y de Andalucía, donde se han dado la vuelta los resultados del semestre anterior.
La inflación continuará siendo una preocupación durante la primera mitad de 2024 (el 50 % de los encuestados piensa que los precios seguirán creciendo). Los economistas almerienses no esperan una mejora de la inversión empresarial a corto plazo, solo el 14,8% cree que aumentará, mientras que un 35,2 % piensa que se reducirá.
Las estimaciones referidas al empleo son similares a las de la inversión, con un escaso 14,8 % de los encuestados apostando por el crecimiento del empleo y un 42,6 % considerando una disminución durante el primer semestre del año 2024.
El sector de la piedra natural pasa a tener la mayor valoración, seguido muy de cerca por el turismo (que cede el primer puesto), la agricultura y su industria auxiliar. Los movimientos respecto al semestre anterior son escasos y se mantienen las diferencias entre los grupos de sectores.
La falta de infraestructuras sigue siendo el principal limitante de la competitividad de las empresas almerienses, lo que diferencia a Almería tanto de Andalucía como de España.
Los acuerdos para la investidura tendrán, a tenor de las opiniones de los economistas graves efectos económicos, entre los que destacan el deterioro de la seguridad jurídica, el aumento de la presión fiscal derivado y el deterioro de la marca país.
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