domingo, 3 de diciembre de 2023

El fin de las ayudas del Gobierno deja sin red a más de 23.300 agricultores y transportistas


ALMERÍA.- La reducción de la factura energética con una rebaja del 5% del IVA o el descuento de cinco céntimos por litro de combustible para los transportistas profesionales y los agricultores son algunas de las medidas en vigor, incluidas en los paquetes de ayudas para compensar a los sectores productivos y a las familias ante la inflación y las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania, que se quedan en el aire a partir del próximo 31 de diciembre, cuando finaliza la última prórroga, según recuerda Ideal.

Aunque las última noticias que llegan de Bruselas abren una puerta a que el gasto público pueda crecer en los presupuestos para 2024, el Gobierno central aún no ha despejado la incógnita de si mantendrá las ayudas.

 Por el momento, están confirmadas la prórroga hasta junio de la rebaja del IVA de los alimentos básicos y la bonificación del transporte público para jóvenes y parados. El Gobierno está analizando el comportamiento de los precios de la energía para valorar si revisa, mantiene o da por finalizadas las medidas apoyo en este campo.

Y pendientes de la decisión, en la provincia de Almería, están unos de 20.400 agricultores y ganaderos, el centenar de armadores de las cofradías de pescadores de Adra, Roquetas, Almería, Carboneras y Garrucha, y las aproximadamente 2.900 empresas y emprendedores del sector del transporte, que son los autónomos que recoge la Asociación de Trabajadores Autónomos -ATA-, según datos del pasado mes de octubre. 

Unos profesionales que se han beneficiado de estas bonificaciones y que se quedarían sin red para afrontar un nuevo ejercicio en un escenario muy complicado por la subida de costes.

Además, tal y como apuntó en su día el subdelegado del Gobierno en Almería, a tenor del reparto de las ayudas, en el sector del transporte de la provincia de Almería se benefician un total de 56.797 camiones de mercancías, 42.641 furgonetas, 861 autobuses y 575 taxis.

Los cálculos de la patronal Cepyme apuntan que el coste laboral de las pequeñas empresas, que son las que componen el tejido productivo de la provincia almeriense, acumula en los dos últimos años una subida del 12,6% que presiona los márgenes de rentabilidad.

 Un problema general que, añadido a los específicos de los distintos sectores, como la sequía del campo o la asfixia que arrastran los transportistas, agrava la preocupación e incertidumbre ante el fin de las ayudas.

La sensación general de las organizaciones empresariales es que estas subvenciones no han sido la panacea ni han resuelto los problemas de fondo de los sectores, pero en un contexto tan complicado, «cualquier ayuda es buena». 

Así lo aseguran desde la Asociación de Trabajadores Autónomos, que apuesta por que, en lugar de dar ayudas directas, se rebaje la presión fiscal, mientras que el campo pide que se prolonguen las ayudas mientras persista la sequía, y el transporte reclama soluciones a sus problemas de fondo que las rebajas del gasóleo no han logrado enmascarar.

«No tenemos cifras del ahorro que han supuesto estas ayudas, pero es evidente. Todo lo que sea bajar impuestos es ayudar a que sea el autónomo el que gestiona el dinero y pueda invertir y reinvertir en su negocio, en contratar», esgrime la vicepresidenta de ATA Andalucía, Celia Ferrero.

Asume, no obstante, que las ayudas prorrogadas hasta final de año desaparecerán «como va a pasar con la recientemente confirmada reducción de los estímulos extraordinarios para autónomos por la subida de la inflación y del incremento de los costes».

 «Era una medida aprobada por la crisis que tenía fecha de caducidad y que verdaderamente no va a suponer ni 60 euros por autónomo», apunta Ferrero.

Para la organización que representa a los autónomos, no se trata de conceder ayudas a costa de recuperar ingresos «con un espectacular incremento de impuestos y en cotizaciones sociales a los autónomos que se viene produciendo y que todo apunta a que se va a agravar». 

«Lo que pedimos es que no se asfixie a los autónomos y que se eliminen trabas administrativas y requisitos de difícil cumplimiento», sentencia.

La luz de las empresas

En materia de energía, el paquete de medidas tiene en vigor, desde enero de 2022, una exención sobre el 80% del importe de los peajes eléctricos para las industrias electro intensivas que finaliza el 31 de diciembre. La resolución de beneficiarios publicada por el Gobierno incluye a más de 500 empresas de todo el país.

Más democrática ha sido la rebaja del 5% del IVA para electricidad, gas y biomasa que ha repercutido en la factura de los hogares en la provincia. La gran mayoría de los autónomos y pymes, sin embargo, no se ha visto beneficiada de esta rebaja del IVA eléctrico, ya que solo se aplica a los contratos con una potencia máxima de 10 kw y siempre que el precio mensual del mercado mayorista esté por encima de los 45 euros por kwh.

 «Cualquier peluquería, comercio o cocina de bar supera esta potencia contratada, así que esta rebaja ayudaba, pero no tanto», apunta la vicepresidenta de ATA.

La valoración general de las asociaciones empresariales es que, en materia energética, autónomos y pequeñas empresas se han visto desamparados. En la misma línea, las empresas tienen gran expectación por que se resuelvan las ayudas para compensar el sobrecoste de energía que sacó la Junta de Andalucía y que se ingresarán este año.

El campo y la pesca

Los sectores agrario y pesquero han tenido cuatro paquetes de ayudas para compensar la subida de costes de producción por la Guerra de Ucrania, entre ellas, las específicas para los sectores, cárnico, las de a sequía, las del sector lácteo y las de los fertilizantes, que han inyectado 232 millones de euros en Andalucía, según el Ministerio de Agricultura, que no cuenta con los datos provincializados.

El pasado mes de junio, se prorrogaron las ayudas extraordinarias para la compra de gasóleo agrario y pesquero, con una bonificación de 10 céntimos por litro en los tres primeros meses y de cinco céntimos en este último trimestre, hasta diciembre.

Para la organización Asaja, las perspectivas de 2024 en el sector son las mismas o peores que las del actual ejercicio, por lo que deberían prorrogarse todas las ayudas, a los sectores, por la sequía y el gasoil. «Ni siquiera pedimos que se revisen al alza, pero sí que se mantengan, porque estamos en la misma situación y en una situación tan mala como esta cualquier ingreso es bueno», esgrimen desde la Asociación de Jóvenes Agricultores.

Desde Coag, advierten de que los principales beneficiarios han sido los agricultores que cuentan con ayudas de la PAC.

Para las embarcaciones pesqueras, las ayudas sí han sido un balón de oxígeno fundamental y su pérdida provoca una sensación de vértigo. 

«Se han recibido entre 1.000 y 35.000 euros los barcos más grandes, de pago directo, y han sido fundamentales. Es que es lo único que tenemos para enfrentar un 2024 que será muy difícil, cada vez con más reducciones de días de pesca y más gastos. Un barco necesita 600 litros de gas-oil para faenar», recuerdan los profesionales del mar consultados por Ideal.

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