SEVILLA.- El sector andaluz de la hostelería ha
reconocido que, al igual que la temporada de primavera, la de verano
también está perdida ante el parón del turismo en la comunidad, para lo
que ha hecho un llamamiento a poner en valor la "excelencia" de sus
profesionales hosteleros para impulsar de nuevo el sector, duramente
castigado por el estado de alarma ante la expansión del coronavirus.
Así lo ha manifestado el presidente de la
Federación Andaluza de Empresarios de Hostelería, Francisco De la Torre,
quien ha insistido en la "incertidumbre" con la que el sector está
viviendo la actualidad. "Vivimos de un mes para otro y llevamos un mes
sin actividad", ha expresado De la Torre sobre un sector compuesto por
un 85 por ciento de pymes y autónomos.
En cuanto a las administraciones, el líder de la federación
andaluza ha reclamado más ayudas para el tejido productivo hostelero,
"tan importante" para la economía, a la par que ha pedido agilidad
respecto a la llegada de líneas económicas que "aún no han llegado y son
muy necesarias" ante la escasez de recursos y la falta de fecha para
reanudar la actividad.
"La vuelta será poco a poco", han vaticinado los hosteleros
andaluces quienes han subrayado su estrecha relación con el afectado
sector del turismo como consecuencia de las restricciones del
coronavirus. En este sentido, han lamentado que hasta que el turista
"vuelva a tener confianza y opte por visitar ciudades" la situación se
va a ver complicada, con expectativas de mejora que se remontan a
"septiembre u octubre" y únicamente en el comercio interior.
Ante ello, el presidente de la Federación Andaluza de Empresarios
de Hostelería ha apelado a la recuperación de la "confianza" a nivel
nacional, mediante un turismo de "cercanía" que atraerá clientes a los
bares y restaurantes andaluces, poniendo para ello en valor la
"excelencia" del sector. Todo ello dependerá de la "libertad" que el
Gobierno central permita, ha puntualizado, pese a que la temporada de
verano el sector hostelero ya lo da por "perdida".
Igualmente, el estado de alarma decretado en plena primavera ha
provocado la cancelación y aplazamiento de celebraciones como bodas,
bautizos y comuniones, eventos clave para el sector. Por ello, los
hosteleros han pedido que "no se concentren" en un mismo mes una vez
pasada la crisis sanitaria porque, han concluido, "no tendrían cabida".
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