MÁLAGA.- A finales de 1939 era chófer en el Ejército del Aire del bando
republicano, el asedio de los sublevados se cernía sobre Barcelona y
decidió poner rumbo a Francia; sin embargo, por el camino cambió de idea
y, a la altura de Vic, regresó para entregarse en el cuartel del Bruc.
Entonces se topó con José Ortiz Echagüe, piloto del bando franquista y
fotógrafo con el que había colaborado en el pasado. Fue quien «limpió»
su historial en apenas unas horas antes de recomendarle: «Vete a casa». Y
a casa se fue Antoni Campañà. Y allí se llevó más de cinco mil negativos
de imágenes tomadas durante los primeros dos años de la guerra civil,
entre ellas, del éxodo de miles de malagueños que en febrero de 1937
enfilaron la carretera de Almería bajo las bombas franquistas.
Esas imágenes han permanecido inéditas hasta la publicación del libro 'La caja roja', editado por Comanegra y que este
viernes se presenta en el Colegio de Graduados Sociales (Calle
Compañía, 17; a partir de las 18.00 horas, entrada libre hasta completar
el aforo) con la participación del historiador Arnau González i
Vilalta y del fotógrafo Plàcid García-Planas. Ambos estarán presentados
por el economista Enrique Benítez y ambos firman, junto a David Ramos,
un exquisito volumen bautizado con el objeto que centra la singular
historia de este legado gráfico, que hoy desvela el diario 'Sur'.
Porque
Campañà burló durante medio siglo la censura franquista de una forma
tan sencilla como valiente. Después de la guerra regresó a su actividad
como fotógrafo y próspero empresario, en los años 40 se construyó una
casa en Sant Cugat del Vallès y, en el fondo del garaje, colocó dos cajas rojas de cartón
con las imágenes que había tomado durante la contienda.
«A diferencia
de (Agustí) Centelles, no quiso enseñar a nadie las fotografías de la
guerra. Campañà no quiso convertirse en una de las imágenes de la guerra
ni entonces ni nunca, porque aquellos tres años lo habían
traumatizado», ofrecen los autores de 'La caja roja' en las primeras
páginas del libro.
Un
volumen que repasa las escenas de guerra en Barcelona para llegar hasta
la tragedia de 'La Desbandá' de la que ahora se cumplen 83 años. «En
cualquier contexto de guerra o de catástrofe natural -escriben los
autores de 'La caja roja'-, la imagen del refugiado se convierte en el
resumen de la pérdida de los marcos mentales y de la cotidianidad del
paisaje propio. Aquellos individuos desconcertados y desorientados
deambulan con la mirada perdida. Campañà los encuentra en las miradas de
centenares de ciudadanos de Málaga que, huyendo de las tropas rebeldes
entre mediados de enero y febrero de 1937, acabarían recalando en las calles de Barcelona o en Estadio Olímpico de Montjuic».
Mil kilómetros de huida
Ahí
están, hacinados y agotados después de un viaje de mil kilómetros, en
el estadio barcelonés. Hombres con las gorras caladas, mujeres agotadas y
niños rotos por el cansancio y el hambre que habían salido con lo
puesto mientras Queipo de Llano ordenaba bombardearlos desde el mar y
desde el aire. La vida metida en sacos acarreados a pie desde Málaga
hasta Almería y después, si hubo suerte, en tren hasta Barcelona.
El
estadio convertido en un inmenso comedor en una imagen cenital de
Campañà. La mirada dura, fija en el objetivo del fotógrafo, de una niña
que sostiene a un bebé dormido. «Algunos de los que consiguieron llegar a
Almería acabaron apretujados en un tren con destino a Barcelona. Allí
(…) en medio del hambre y la suciedad, después de un periplo de mil
kilómetros, la sociedad y las autoridades catalanas tuvieron que
gestionar la acogida de uno de los numerosos contingentes de refugiados que llegaban de los distintos territorios en guerra», añade el texto de 'La caja roja'.
Además,
el libro que este viernes se presenta en la capital malagueña ofrece un
pasaje ilustrativo del calado que tuvo aquella tragedia. Así, 'La caja
roja' muestra cómo el artista alemán John Heartfield, «referente del
fotomontaje en la Europa de los años treinta», hizo pasar a una madre
malagueña con su hijo, refugiados en Barcelona y fotografiados por
Campañà en febrero de 37, como víctimas del bombardeo nazi
sobre Guernica el 26 de abril de aquel año.
La imagen, incluida en el
Archivo Lafuente, apareció en la página 345 de la revista 'Die
Volks-Illustrierte' publicada en Praga el 2 de junio de 1937, como
detallan los autores de 'La caja roja'.
Un libro que, ocho décadas después aquel éxodo masivo y trágico, ofrece imágenes nunca vistas de aquel episodio en el que los refugiados fuimos nosotros. Para no olvidar.
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