No
es que criticar sea malo o que no tengamos toda la razón y todo el
derecho del mundo para lanzar tacos, improperios, exabruptos, sapos,
serpientes y todo lo que nos venga en gana contra esos señores que
llamamos políticos, es que estamos perdiendo el tiempo, es que la mera
crítica da por supuesto que esos señores son capaces de reaccionar a lo
que digamos los ciudadanos, y eso no es verdad.
La
crítica, cuando no produce la más mínima reacción en el criticado,
despierta la frustración en el criticante. Es que, además, los políticos
se están riendo sarcásticamente de nosotros ante nuestras narices.
Por
eso y por nuestra salud mental, olvidémonos de criticar. Llevamos
muchos años haciéndolo y la única reacción de los políticos ha sido
subirse el sueldo. Les importamos un comino, y mucho menos a los
partidos políticos.
Conviene que tengamos esto muy presente para que los ciudadanos no volvamos a utilizar a estos vividores de la política (viven de la política ¿no?) como excusa a nuestra inoperancia e irresponsabilidad.
Pero hay algo que sí podemos hacer los ciudadanos:
1º Dejar a los partidos políticos en lo más profundo del baúl de los olvidos.
2º INTERVENIR DIRECTAMENTE EN POLÍTICA EN PLAN DE VOLUNTARIADO. (Si esta frase te produce risa, mejor que no sigas leyendo)
Sí, todavía tenemos los ciudadanos algunos espacios políticos en los que de momento podemos intervenir directamente: en la política municipal, y a través de plataformas ciudadanas.
3º Intervenir en plan de voluntariado. Es decir, no cobrar un céntimo ni por cargos ni por dietas (sí por los gastos justificados).
Este voluntariado político está pensado para jubilados con conciencia social y también para profesionales que quieran dedicar alguna hora a la política para resolver los problemas sociales, pues ofrece la suficiente flexibilidad como para compaginar un trabajo normal o una profesión con la actividad política.
Conviene que tengamos esto muy presente para que los ciudadanos no volvamos a utilizar a estos vividores de la política (viven de la política ¿no?) como excusa a nuestra inoperancia e irresponsabilidad.
Pero hay algo que sí podemos hacer los ciudadanos:
1º Dejar a los partidos políticos en lo más profundo del baúl de los olvidos.
2º INTERVENIR DIRECTAMENTE EN POLÍTICA EN PLAN DE VOLUNTARIADO. (Si esta frase te produce risa, mejor que no sigas leyendo)
Sí, todavía tenemos los ciudadanos algunos espacios políticos en los que de momento podemos intervenir directamente: en la política municipal, y a través de plataformas ciudadanas.
3º Intervenir en plan de voluntariado. Es decir, no cobrar un céntimo ni por cargos ni por dietas (sí por los gastos justificados).
Este voluntariado político está pensado para jubilados con conciencia social y también para profesionales que quieran dedicar alguna hora a la política para resolver los problemas sociales, pues ofrece la suficiente flexibilidad como para compaginar un trabajo normal o una profesión con la actividad política.
El
voluntariado político no está pensado para personas que quieran vivir
de la política. Si una persona sale elegida, no quiere decir que,
para desarrollar su trabajo, tenga que fichar todos los días a la misma
hora y pasar ocho horas en un despacho- ¿No pasan acaso los políticos
actualmente más tiempo en los medios de comunicación que en el
parlamento?
4º. Voluntariado político no significa sólo ni fundamentalmente estar dispuesto a ocupar un cargo si se sale elegido, sino estar dispuesto a colaborar con las personas de plataformas que salgan elegidas
5º Olvidémonos de los esquemas y de las estructuras de los partidos políticos. En estas plataformas no hay jefe que mande, ni un programa político, NI NADIE QUE TE DIGA CÓMO TIENES QUE VOTAR. Se da por supuesto que la persona que ofrece gratuitamente su tiempo a los demás, es lo suficientemente responsable como para saber actuar en cada caso.
6º No hay un programa político porque se trata de unir a personas responsables, independientemente de su orientación política. Hay dos principios fundamentales: respeto a las leyes e igualdad de todas las personas
7º Con el voluntariado político se trata de reducir gastos en sueldos y en organización. Se trata de comportarse como suele hacerlo una familia en época de crisis: reduciendo gastos inútiles. Si no se pueden subir las pensiones, si los salarios mínimos están mucho más bajos que otros países de la UE, si un gran porcentaje de clases se tienen que impartir en barracones, si no hay vivienda para los desahuciados, esto se debe en gran parte (aunque no exclusivamente) a que tenemos un elevado porcentaje de cargos públicos y de instituciones que nos sobran.
8º ¿Cuál es el objetivo de las plataformas de voluntariado político? El principal objetivo es que gran parte del dinero que se dedica a cargos públicos, con sus correspondientes dietas y asesores, quede libre para dedicarlo a tantas necesidades urgentes como tenemos en España. Como objetivos secundarios, pero también importantes, aprovechar la experiencia y el enorme potencial profesional de las personas jubiladas y, además, revalorizar el papel del funcionariado. Al frente de la administración deben estar los funcionarios cualificados, no los cargos políticos puestos a dedo. Sin un funcionariado independiente, un país no puede funcionar bien.
4º. Voluntariado político no significa sólo ni fundamentalmente estar dispuesto a ocupar un cargo si se sale elegido, sino estar dispuesto a colaborar con las personas de plataformas que salgan elegidas
5º Olvidémonos de los esquemas y de las estructuras de los partidos políticos. En estas plataformas no hay jefe que mande, ni un programa político, NI NADIE QUE TE DIGA CÓMO TIENES QUE VOTAR. Se da por supuesto que la persona que ofrece gratuitamente su tiempo a los demás, es lo suficientemente responsable como para saber actuar en cada caso.
6º No hay un programa político porque se trata de unir a personas responsables, independientemente de su orientación política. Hay dos principios fundamentales: respeto a las leyes e igualdad de todas las personas
7º Con el voluntariado político se trata de reducir gastos en sueldos y en organización. Se trata de comportarse como suele hacerlo una familia en época de crisis: reduciendo gastos inútiles. Si no se pueden subir las pensiones, si los salarios mínimos están mucho más bajos que otros países de la UE, si un gran porcentaje de clases se tienen que impartir en barracones, si no hay vivienda para los desahuciados, esto se debe en gran parte (aunque no exclusivamente) a que tenemos un elevado porcentaje de cargos públicos y de instituciones que nos sobran.
8º ¿Cuál es el objetivo de las plataformas de voluntariado político? El principal objetivo es que gran parte del dinero que se dedica a cargos públicos, con sus correspondientes dietas y asesores, quede libre para dedicarlo a tantas necesidades urgentes como tenemos en España. Como objetivos secundarios, pero también importantes, aprovechar la experiencia y el enorme potencial profesional de las personas jubiladas y, además, revalorizar el papel del funcionariado. Al frente de la administración deben estar los funcionarios cualificados, no los cargos políticos puestos a dedo. Sin un funcionariado independiente, un país no puede funcionar bien.
9º ¿Cómo se organiza una plataforma? Conseguir reunir, aunque sea vía Internet, un número de personas que esté de acuerdo con la necesidad de reducir los gastos en el campo de la política. Este número, entre amigos y conocidos, debe ser suficiente para cubrir el número de candidatos que se exigen para la lista municipal de tu pueblo o ciudad, anunciar con suficiente antelación que a las municipales se va a presentar una lista con voluntarios políticos, Entretanto procurar ilusionar a personas competentes y, cuando llegue la campaña electoral, dar a conocer los nombres definitivos la lista de voluntarios.
10º Esta es una llamada urgente a tanta gente solidaria como tenemos en España. No es tu dinero lo que se te pide. Son unos minutos por el futuro de tus hijos. Es una llamada también a los pequeños partidos para que se comprometan con el voluntariado político, bien siguiendo como partidos o convirtiéndose en plataformas ciudadanas. Los ciudadanos sabemos DIALOGAR, SABEMOS CEDER Y ESTAMOS PREOCUPADOS.
El voluntariado político puede ser el más eficaz voluntariado social.
Y esto mismo, con ciertos matices, vale para las elecciones al Parlamento Europeo.
(*) Ex funcionario del Parlamento Europeo
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