MADRID.- La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) activó el pasado lunes, 9 de septiembre, el protocolo de riesgo en varias provincias ante la probabilidad de lluvias fuertes y vientos intensos en regiones del Cantábrico y el área mediterránea. Almería y Murcia se despertaron el viernes en alerta roja por las fuertes lluvias torrenciales, que han provocado la muerte de personas en el sureste de la Península.
Este fenómeno meteorológico habitual en España se conoce mejor por el nombre de 'gota fría',
un concepto asociado tradicionalmente a las tormentas intensas o
lluvias persistentes que sacuden la zona meditárrenea en temporada de
primavera-verano o en la época otoñal. No obstante, tal y como recoge la
AEMET en un trabajo realizado por Francisco Martín León, el concepto de 'gota fría' se ha desvirtuado
con el paso de los años, desde el origen del término en 1886.
Hace
referencia a la inestabilidad atmosférica que se produce en tierras
soleadas de la península cuando hay presencia de aire muy frío en
niveles medios, por lo que se asume que provoca acontecimientos de
carácter tormentoso al unirse al aire cálido del Mediterráneo.
Aunque
es un concepto más instalado en el colectivo imaginario, el que se haya
convertido en la explicación de todos los daños causados por las
fuertes lluvias en el Mediterráneo ha propiciado una asociación errónea al término de 'gota fría',
ya que no siempre está vinculado a lluvias intensas.
Además, hay otros
fenómenos meteorológicos que originan algunos episodios de vientos
fuertes y precipitaciones en las zonas afectadas.
Así, este trabajo explica que las perturbaciones de aire en altura, como la que se ha vivido esta semana,
no están tan condicionadas a un núcleo de aire frío o de baja
temperatura, sino que la 'gota fría' forma parte de un fenómeno más
amplio que se ajusta mejor a la expresión de DANA, que define una
depresión de aire frío en niveles altos que se ha separado de la
circulación en chorro y se mueve de forma independiente.
Por sí misma, una DANA no es la responsable directa de lluvias torrenciales
que provocan daños materiales en las zonas del Mediterráneo. Al
separarse un chorro de aire de una de las grandes corrientes de viento
que hay en la atmósfera se origina una depresión en altura que tiene
circulación propia, moviéndose de arriba a abajo, y que puede unir todos
los ingredientes necesarios para que los sistemas tormentosos
descarguen sus gotas de agua con fuerza sobre el territorio español.
Dentro del concepto de DANA se encuentra la 'gota fría',
puesto que estas perturbaciones pueden conservar parte de las
propiedades de la circulación 'madre' que las originó, conservando en su
lado izquierdo un núcleo de aire muy frío en niveles medios, opuesto al
aire más cálido que presenta en su lado derecho.
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