Leer la prensa salmón se está convirtiendo en algo tan deprimente
como lo fue hacerlo entre 2007 y 2013. Muchos de los economistas ya
no hablan en términos de posibilidad, sino de certeza. Nadie
discute que estamos al borde de una nueva crisis financiera
mundial, pero nadie sabe cuándo ni dónde.
Los estrategas del banco JP Morgan adelantan a los inversores
que se vayan preparando para 2020 si no ocurre antes: según
sus vaticinios se viene otra crisis, mucho menos fuerte que la
anterior, pero que hará que caída de los índices bursátiles sea
de un 20%.
Por su parte, el exprimer ministro británico Gordon Brown ve
síntomas de que “el mundo está caminando
irremediablemente hacia una nueva crisis financiera”, ya que no
se corrigieron muchos de los defectos del mercado en aquella
época, y apunta a que esta vez será peor, ya que los países
no tendrán tanto margen de maniobra para recortar impuestos o
aumentar el gasto público, y a que China no está tan boyante como
entonces por lo que no podrá inyectar capital.
Después de la última crisis, tanto la Reserva Federal como el Banco
Central Europeo (BCE) implementaron medidas para atar en corto las
posibilidades especulativas de la banca privada, pero no de los entes
públicos, y ese es el problema. Los bancos centrales tienen
libertad de endeudarse sin límite, cosa que hacen en situaciones
de apalancamiento como la actual, y hay quien opina que esta política
monetaria acomodaticia también conocida técnicamente como
“Relajación Cuantitativa” ayuda a crear burbujas.
CAMBIO DE CICLO
Por otro lado, se está produciendo un éxodo masivo de jefes
bancarios, un reajuste de altos cargos que indican
un cambio de ciclo, que no estamos en una situación normal,
según informó “The Financial Times”. Las ratas
abandonan el barco que se hunde.
El reajuste en la cúpula bancaria es indicador de
un cambio de ciclo. Incluso si el desastre no sucede, el hecho es
que las ganancias han disminuido, y las restricciones sobre el
capital y las operaciones se han hecho más estrictas.
Pocos financieros niegan que los mercados de valores, los precios de
los bonos, la tasación de inmuebles y las carteras de préstamos se
encuentran en una burbuja. “Parece estar surgiendo un consenso
en torno a que algo estallará en los próximos meses; la
cuestión es solo qué,” destacó “The Financial Times”.
ROTHSCHILD ALARMADO
Jacobo Rothschild, descendiente de la dinastía
de banqueros más poderosa del mundo, expresó su preocupación
sobre el estado del sistema financiero mundial
establecido tras la Segunda guerra mundial, y señaló a la
guerra comercial entre Estados Unidos y China y a la crisis
de la zona euro como los problemas clave que amenazan el
desarrollo económico.
“En el 11-S y la crisis financiera de 2008, las potencias
mundiales trabajaron conjuntamente con un enfoque común. Al
día de hoy, la cooperación resulta ser mucho más difícil. Esto
pone en riesgo el orden económico y de seguridad de la posguerra”,
afirmó el multimillonario en un comentario sobre su fondo de
inversiones.
Rothschild admitió que el crecimiento bursátil experimentado en los
últimos diez años podría estar llegando a su final. “Este
ciclo se encuentra en su décimo año positivo, el más largo en los
registros. Estamos viendo emerger algunas áreas de crecimiento más
débil. De hecho, el Fondo Monetario Internacional ha
predicho recientemente una desaceleración,” señaló don
Jacobo.
ESPAÑA
El 60% de los expertos inmobiliarios considera que la economía
española aún no ha superado la crisis financiera, y un 56%
percibe que puede volver a producirse una burbuja inmobiliaria,
al tiempo que un 76% cree que las tensiones del comercio mundial
afectarán a la internacionalización de las empresas españolas.
Por ello, el banco suizo UBS insta a los poderes públicos a frenar
los precios inmobiliarios para contener las tensiones en el
mercado. Su diagnóstico choca con las embestidas del
PP y Ciudadanos contra el intervencionismo.
La burbuja inmobiliaria en España tuvo su comienzo
en 1997 y duró hasta principios de 2008 cuando se
produjo su estallido y sus
consecuencias. Sus efectos principales han sido la profundización de
la crisis inmobiliaria española, la nacionalización de numerosas
cajas de ahorros quebradas, ayudas públicas para fusiones de otras
muchas entidades bancarias, y el aumento de los
desahucios en España en
aplicación de la draconiana ley hipotecaria
española.
El principal síntoma de la burbuja
inmobiliaria en España fue
el aumento anormal de los precios,
muy por encima del IPC y de las rentas, debido
a la falta de suelo
edificable, los beneficios fiscales concedidos a la adquisición de
viviendas, la especulación y la recalificación de suelos, así como
el exceso de crédito.
La burbuja inmobiliaria española se alimentó del
crédito al sector privado, lo
que conllevó un aumento
significativo de la deuda privada, que se detuvo con la crisis
financiera internacional, lo
que dio fin al proceso
especulativo.
En España, un ‘burbujista’
es una persona
que creía en
la existencia de dicha burbuja cuando todo el mundo lo negaba. Un
‘nuncabajista’ es
aquel que realiza
inversiones inmobiliarias pensando que la vivienda nunca baja de
precio. Un ‘pepito’
es una persona
cuyo único afán es hipotecarse para así llegar a ser clase media.
Una ‘visillera’
es el
femenino de ‘pepito’, por su afán de ser propietaria de una
vivienda donde colgar visillos. Y
finalmente
una ‘zipoteca’ es una
hipoteca de zipotes en condiciones abusivas.
EUROPA
El desafío es aún mayor para la banca
europea. Mientras que los bancos estadounidenses se encuentran
relativamente bien, la mayoría de sus rivales europeos están
luchando a muerte. Según el Banco Central Europeo, la rentabilidad
financiera del banco medio de la eurozona fue del 6,6% en el primer
trimestre del año 2018, comparada con el 11,2% en EE.UU.
Sólo el BCE acumula una deuda empresarial de 96.620 millones
(una décima parte corresponde exclusivamente a empresas
españolas), pero es una tendencia común en otros muchos bancos
centrales del resto de las economías mundiales. La deuda mundial
se ha duplicado desde el año 2.008.
La interpretación de los analistas es que mucha de esta nueva
deuda corporativa que se ha generado es ‘subprime’, de
mala calidad, y que “este es el tipo de deuda que nos
conduce de manera espectacular a una recesión económica.”
ITALIA
El escritor John Mauldin vaticina un estallido de
las bolsas europeas que comenzará con una crisis en Italia.
A su juicio, estallará Italia, y entonces “la decisión
de Europa creo que va a pasar porque el BCE incorpore toda la deuda a
sus cuentas.” Europa hará esto porque “si no lo hace,
entonces la eurozona se hundiría con una devaluación
del 50%.”
Italia es uno de los miembros más endeudados del euro, que debe ya
480.000 millones, y estuvo a punto de ser rescatada por Europa. Por
añadidura, el nuevo Gobierno italiano ha prometido una tanda de
medidas que llevarían a un aumento aún mayor de su endeudamiento.
Al parecer, Europa ha aprendido ya la lección con
Grecia que no es bueno dejar caer a un país, e
Italia, pese a todo, es el cuarto país de mayor importancia
económica de la zona euro.
Con España pasa lo mismo: quinta economía europea, enorme
deuda pública, la recuperación económica del país está
estancada, y el IBEX-35 está perdiendo su valor a marchas forzadas.
Los economistas de Bank of America Merryll Lynch realizaron
una simulación de cuál sería el impacto de una crisis leve en la
Eurozona, y su informe destacaba que España sería el país más
afectado en términos de déficit y de deuda pública,
dentro de las grandes economías.
CÓMO HUNDIR LA ECONOMÍA
La élite tenía previsto hundir la economía mundial en el 2018
para sumir al mundo en el caos, para acto seguido convencernos de que
la única forma de salir del agujero sería crear una única moneda
mundial digital controlada por ellos, lo que les conferiría un
control absoluto no sólo sobre la economía, sino incluso sobre
nuestra propia vida, pero han fracasado afortunadamente.
Para la élite es muy sencillo hundir la economía con cuatro
decisiones: subir los tipos de interés, inundar el mercado con
bonos del Tesoro americanos, dejar de inyectar dinero en la economía
y subir el precio del petróleo. Ese ha sido el guión seguido
por la Reserva Federal y el Banco Central Europeo (BCE) desde que
Donald Trump ganó las elecciones. Todas las decisiones que han
tomado los bancos centrales han llevado al sistema al borde del
abismo, y lo han hecho deliberadamente.
La economía se hundió parcialmente
el 10 de octubre de 2018 tal y
como predijo “The
Economist”. A partir de ese momento la Bolsa empezó
a caer y se produjo una ronda de despidos y de declaración de
quiebra de algunas empresas muy conocidas.
¿QUÉ ES UNA BURBUJA?
Una burbuja económica (también llamada burbuja
especulativa, burbuja de mercado o burbuja financiera) es un
fenómeno que se produce en los mercados, en buena parte debido a la
especulación, que se caracteriza por una subida anormal,
incontrolada y prolongada del precio de un activo o producto, de
forma que dicho precio se aleja cada vez más del valor real o
intrínseco del producto.
Por su parte una burbuja inmobiliaria es un aumento
excesivo e injustificado de los bienes inmuebles o bienes raíces,
ocasionado por la especulación. En una burbuja, los precios se
incrementan sin que para ello exista una razón lógica.
En general, el proceso especulativo lleva a nuevos compradores a
comprar con el fin de vender a un precio mayor en el futuro, lo que
provoca una espiral de subida continua. El precio del activo
alcanza niveles exageradamente altos hasta que la burbuja acaba
estallando (en inglés ‘crack’), debido al inicio de
la venta masiva del activo cuando hay pocos compradores dispuestos
a adquirirlo.
Esto provoca una caída repentina y brusca de
los precios, llevándolo a precios muy bajos, incluso inferiores
a su nivel natural, dejando tras de sí un montón de deudas. Esto se
conoce como ‘crash’.
El crash con el que finaliza la burbuja económica puede destruir
una gran cantidad de riqueza y producir un malestar continuo,
como ocurrió con la venta de tulipanes en Holanda, la gran depresión
de los años treinta, la burbuja inmobiliaria en Japón en los años
noventa, o la última crisis económica de 2008.
(*) Periodista
Exención
de responsabilidad.-
Lo
relatado
se
basa en
una descripción general de la situación actual basada en fugas de
inteligencia recibidas de varias fuentes que, pueden
o no pueden
ser exactas,
pero
que tienen
visos de veracidad y mucho sentido común.
Otras
fuentes confirmadas también se
pueden
incluir en esta descripción general.-
Como
siempre, se recomienda a los lectores que utilicen
su discernimiento
ya que algunas de las fuentes e información de los medios de
noticias alternativos no se
pueden verificar como exactos.- Muchos
no se creen las buenas noticias porque se agarran a las viejas formas
pesimistas
de pensar, y lo que viene ahora es absolutamente nuevo y bueno. No
tiene nada que ver con el pasado porque es el despertar de la
humanidad.
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