Garantizó
la Democracia, las libertades, el Estado del Bienestar, derrotó a ETA y
a los golpistas catalanes y nos llevó a la Unión Europea. Y ahora se
enfrenta a la necesaria reforma del marco constitucional.
La Constitución Española de 1978 cumple hoy 40 años y se convierte en la Carta Magna mas importante y longeva de la Historia de España. Nacida al final de la dictadura franquista y tras un pacto de Estado de las principales fuerzas políticas del país, incluidos los franquistas de la época, los comunistas del exilio y demócratas y los nacionalistas vascos y catalanes.
La Constitución de 1978, heredera de la de las Cortes de Cádiz de 1812, ha cumplido largamente con éxito sus objetivos democráticos en una larga y procelosa travesía que la que combatió el golpe de Estado del 23-F en 1981, y la intentona golpista del secesionismo catalán en 2017. Asimismo se enfrentó y derrotó el terrorismo de ETA, que dejó mas de 800 muertos inocentes, y ha luchado contra el terrorismo islámico que provocó el 11-M de 2014 200 muertos.
En su firme caminar la Constitución de 1978 permitió la recuperación de las libertades y la Democracia en España, amplió y nos garantizó el Estado del Bienestar y la convivencia pacífica entre los españoles.
Así como el ingreso de España en la Unión Europea y la OTAN, aprobó la descentralización del país con la España de las Autonomías y mejoró, partiendo de los iniciales ‘Pactos de la Moncloa’, de manera importante la economía, la presencia de España en el mundo y especialmente en Iberoamérica, y la vida social y libertades cívicas bajo el paraguas de los Derechos Humanos y civiles ahí incluidos el divorcio y matrimonio gay, así como la libertad de prensa, de expresión y manifestación.
El protagonista del éxito en estos cuarenta años de la Carta Magna es el Pueblo Español, representado en el Congreso de los Diputados y en el Senado por los mas altos representantes del Estado, y ahí incluidos de especial manera el rey Juan Carlos I y el ex presidente del Gobierno y de la UCD Adolfo Suárez, cuya firmeza democrática –explicitada en el día del golpe del 23-F- fueron esenciales en el devenir del país.
En esa época ‘constituyente’ también tuvieron un papel decisivo otros dirigentes políticos nacionales y regionales como Santiago Carrillo en nombre del PCE, Enrique Tierno Galván por el PSP, Manuel Fraga por Alianza Popular, Jordi Pujol de Convergencia i Unió, Xavier Arzallus del PNV, Nicolás Redondo de la UGT y Marcelino Camacho de CC.OO.
Todos ellos elaboraron y suscribieron el pacto constitucional de 1978 y a todos ellos este país los reconoce como artífices de la Carta Magna en representación de sus militantes, afiliados y votantes. Y es a ellos y, en suma, al conjunto del Pueblo Español a los que hoy se les hace un muy especial reconocimiento en este 40 aniversario del a Constitución y de la convivencia entre españoles. En la que se incluye, como pilar firme y fundamental, la ‘Reconciliación Nacional’ entre los dos bandos que se enfrentaron en la Guerra Civil española.
Cuarenta años después y en el momento actual la Constitución de 1978 está sólidamente instalada en España pero se enfrenta a una necesaria reforma para actualizar el texto de la Carta Magna a los tiempos en los que vivimos y mejorar en las instituciones, la política, la economía, la vida social y los derechos civiles cuestiones que están vivas y que hoy se insertan en las necesidades y demandas de los españoles.
Lo que debe ser posible y objeto de un pacto nacional en un tiempo no exento de dificultades que emanan de la crisis económica de 2008 y de los cambios producidos en las instituciones y vida política nacional, las relaciones internacionales y la revolución tecnológica en marcha.
Tiempo en el que debemos destacar la abdicación del rey Juan Carlos I en su hijo el rey Felipe VI, el fin del bipartidismo entre el PSOE y el PP que en los años pasados gobernaron el país en alternancia democrática y que ahora presenta en España un mapa político mas fragmentado con cinco partidos políticos PP, PSOE, Podemos, Cs y Vox.
Un tiempo al que hay que añadir los problemas de la grave crisis social de los sectores mas deprimidos de la Sociedad por la crisis económica, las reivindicaciones soberanistas de los partidos nacionalistas del País Vaco y Cataluña, y los problemas derivados de la corrupción que ha manchado a gobernantes, partidos e instituciones del país, ahí incluida La Corona que ha superado esos incidentes bajo el liderazgo intachable del Rey Felipe VI quien, como su padre Juan Carlos I en el 23-F, supo hacer frente y defender con firmeza el orden constitucional durante la intentona separatista catalana del 27-O.
Sin duda tenemos unos problemas y desafíos importantes pero no imposibles de superar, una vez que los españoles fuimos capaces de triunfar en el histórico cambio de régimen de la dictadura franquista a la Democracia de la Transición. La que debe iniciar una segunda etapa con la reforma constitucional y la mejora importante de la separación de los Poderes del Estado, lo que en nuestra opinión constituye la viga maestra de la vida democrática y constitucional.
La Constitución Española de 1978 cumple hoy 40 años y se convierte en la Carta Magna mas importante y longeva de la Historia de España. Nacida al final de la dictadura franquista y tras un pacto de Estado de las principales fuerzas políticas del país, incluidos los franquistas de la época, los comunistas del exilio y demócratas y los nacionalistas vascos y catalanes.
La Constitución de 1978, heredera de la de las Cortes de Cádiz de 1812, ha cumplido largamente con éxito sus objetivos democráticos en una larga y procelosa travesía que la que combatió el golpe de Estado del 23-F en 1981, y la intentona golpista del secesionismo catalán en 2017. Asimismo se enfrentó y derrotó el terrorismo de ETA, que dejó mas de 800 muertos inocentes, y ha luchado contra el terrorismo islámico que provocó el 11-M de 2014 200 muertos.
En su firme caminar la Constitución de 1978 permitió la recuperación de las libertades y la Democracia en España, amplió y nos garantizó el Estado del Bienestar y la convivencia pacífica entre los españoles.
Así como el ingreso de España en la Unión Europea y la OTAN, aprobó la descentralización del país con la España de las Autonomías y mejoró, partiendo de los iniciales ‘Pactos de la Moncloa’, de manera importante la economía, la presencia de España en el mundo y especialmente en Iberoamérica, y la vida social y libertades cívicas bajo el paraguas de los Derechos Humanos y civiles ahí incluidos el divorcio y matrimonio gay, así como la libertad de prensa, de expresión y manifestación.
El protagonista del éxito en estos cuarenta años de la Carta Magna es el Pueblo Español, representado en el Congreso de los Diputados y en el Senado por los mas altos representantes del Estado, y ahí incluidos de especial manera el rey Juan Carlos I y el ex presidente del Gobierno y de la UCD Adolfo Suárez, cuya firmeza democrática –explicitada en el día del golpe del 23-F- fueron esenciales en el devenir del país.
En esa época ‘constituyente’ también tuvieron un papel decisivo otros dirigentes políticos nacionales y regionales como Santiago Carrillo en nombre del PCE, Enrique Tierno Galván por el PSP, Manuel Fraga por Alianza Popular, Jordi Pujol de Convergencia i Unió, Xavier Arzallus del PNV, Nicolás Redondo de la UGT y Marcelino Camacho de CC.OO.
Todos ellos elaboraron y suscribieron el pacto constitucional de 1978 y a todos ellos este país los reconoce como artífices de la Carta Magna en representación de sus militantes, afiliados y votantes. Y es a ellos y, en suma, al conjunto del Pueblo Español a los que hoy se les hace un muy especial reconocimiento en este 40 aniversario del a Constitución y de la convivencia entre españoles. En la que se incluye, como pilar firme y fundamental, la ‘Reconciliación Nacional’ entre los dos bandos que se enfrentaron en la Guerra Civil española.
Cuarenta años después y en el momento actual la Constitución de 1978 está sólidamente instalada en España pero se enfrenta a una necesaria reforma para actualizar el texto de la Carta Magna a los tiempos en los que vivimos y mejorar en las instituciones, la política, la economía, la vida social y los derechos civiles cuestiones que están vivas y que hoy se insertan en las necesidades y demandas de los españoles.
Lo que debe ser posible y objeto de un pacto nacional en un tiempo no exento de dificultades que emanan de la crisis económica de 2008 y de los cambios producidos en las instituciones y vida política nacional, las relaciones internacionales y la revolución tecnológica en marcha.
Tiempo en el que debemos destacar la abdicación del rey Juan Carlos I en su hijo el rey Felipe VI, el fin del bipartidismo entre el PSOE y el PP que en los años pasados gobernaron el país en alternancia democrática y que ahora presenta en España un mapa político mas fragmentado con cinco partidos políticos PP, PSOE, Podemos, Cs y Vox.
Un tiempo al que hay que añadir los problemas de la grave crisis social de los sectores mas deprimidos de la Sociedad por la crisis económica, las reivindicaciones soberanistas de los partidos nacionalistas del País Vaco y Cataluña, y los problemas derivados de la corrupción que ha manchado a gobernantes, partidos e instituciones del país, ahí incluida La Corona que ha superado esos incidentes bajo el liderazgo intachable del Rey Felipe VI quien, como su padre Juan Carlos I en el 23-F, supo hacer frente y defender con firmeza el orden constitucional durante la intentona separatista catalana del 27-O.
Sin duda tenemos unos problemas y desafíos importantes pero no imposibles de superar, una vez que los españoles fuimos capaces de triunfar en el histórico cambio de régimen de la dictadura franquista a la Democracia de la Transición. La que debe iniciar una segunda etapa con la reforma constitucional y la mejora importante de la separación de los Poderes del Estado, lo que en nuestra opinión constituye la viga maestra de la vida democrática y constitucional.
(*) Periodista
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