Después de la sentencia de la Audiencia
Nacional sobre la Gürtel, ¿qué más hace falta para que esta banda de
ladrones y delincuentes que lleva siete años esquilmando el país, se
entregue a la policía, reconozca sus crímenes y pague su deuda con la
sociedad? ¿Qué más se precisa para obligar a M. Rajoy (a) "El
Sobresueldos" a dimitir tras quedar acreditada la caja B del partido que
preside y con cargo a la cual cobraba sobresueldos o se hacía pagar los
viajes, por mentir presuntamente en sede judicial, por llevar al país a
la ruina mientras estos granujas se enriquecían, y por destrozar la
convivencia en el Estado, encarcelando a personas inocentes por sus
ideas?
¿Qué
más se necesita para librar al país de esta pandilla de sinvergüenzas,
de los 5 ministros investigados y los seis presidentes de CCAA
procesados? Y eso sin contar las decenas, centenares de cargos públicos
menores que llevan otros tantos años robando a manos llenas; sin contar
la chulería de un Hernando, el renegrido fascismo de una Cospedal; la
densa estupidez de un Zoido; el necio señoritismo de un Méndez de Vigo,
etc. Y así hasta la saciedad.
Sí,
¿qué más se necesita para que esta colección de facinerosos, embusteros
y mangantes finalmente desaparezca de la vida pública? ¿Qué más para
que hagan lo que en cualquier país del mundo habrían hecho ya cien
veces: dimitir? ¿Por qué han de seguir los españoles soportando los
balbuceos de un truhán que no ha hecho más que daño a la ciudadanía?
Preguntas
retóricas. En principio no haría falta nada más. Bastaría con lo visto
hasta ahora, la reciente detención del malhechor ex-ministro Zaplana y
sus ayudantes, los Cotino, para que esta pesadilla se acabara a través
de una moción de censura que pusiera fin a esta vergüenza de un gobierno
en minoría parlamentaria que gobierna como si tuviera la mayoría
gracias a una oposición cuya incompetencia es aun superior a la
granujería del gobierno.
Iglesias
pide ahora una moción de censura con Sánchez de candidato. El mismo
candidato contra el que el mismo Iglesias votó en diciembre de 2015
frustrando su esperanza porque el muy sobrado pensaba que le ganaría en
unas elecciones o el alucinado Anguita, consumido por su odio al PSOE,
lo convenció de que habría sorpasso. La situación en diciembre de
2015 era la misma que hoy. ¿Cuál es la diferencia? Ninguna, salvo que
entonces Iglesias creía que podría salirse con la suya y a tal esperanza
sacrificó un país entero.
Y
¿Sánchez, qué hay de Sánchez, el posible flamante candidato de la
moción? No hay nada, salvo la muy sólida sospecha de que, al final, no
habrá moción de censura porque si, para ella, tiene que contar con los
votos de los independentistas catalanes, Sánchez que es un nacionalista
español antes que de izquierda, no hará nada y preferirá que el
Sobresueldos siga burlando la justicia y esquilmando España a contar con
los votos indepes.
Los socialistas preferirían con mucho una moción de
censura apoyada por el PSOE, Podemos y C's, una reproducción del
gobierno que planteaba Sánchez en diciembre de 2015 e Iglesias boicoteó.
Pero, si esta no sale porque, al fin y al cabo, C's no es otra cosa que
un PP sin corbata, ¿cuánto va a que PSOE renuncia a la moción para no
contar con los votos de los indepes?
No
se olvide que Sánchez, a pesar de sus escasas luces, o quizá debido a
ellas, es tan centralista, mesetario y franquista de "una, grande libre"
como Rubalcaba, su maestro y un tiempo adversario cuando el de
Torrelavega pensaba que Sánchez se inclinaba a la izquierda a la que él
odia. No hay tal caso. Apenas confirmado secretario general, Sánchez se
puso incondicionalmente al servicio del PP, probablemente por mandato
expreso del Preparao.
Y
si, al final, gracias a sus esbirros en los medios, a sus intelectuales
sumisos, a su oposición claudicante y a la violencia de sus bandas de
cachorros nazis y/o fascistas, el partido de ladrones de la Gürtel, se
mantiene en el poder, gracias a la incompetencia de la izquierda, ¿cómo
se lo explicará esta a sus seguidores? ¿Les dirá que los votos de los
catalanistas son peores que el robo y el crimen organizado de esta banda
de delincuentes? ¿Que la augusta persona del rey vale más que el
respeto a la ciudadanía y la necesidad de dejar de robarla? ¿Que la
monarquía es mejor que la República? ¿Que el crimen, la opresión y el
engaño son mejores que el recto actuar?
Estamos
hartos de decir que una situación tan abusiva y escandalosa, con un
puñado de ladrones expoliando el país no se toleraría ni un minuto en
cualquier otro país de Europa.
Pero ¿qué sucede? ¿Que España no es Europa?
No.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
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