ALMERÍA.- Conseguir un piso de alquiler en Almería se está convirtiendo en los
últimos años en una carrera de obstáculos. Y no porque no haya crecido
la oferta -cada vez hay más inmuebles arrendados- sino porque la demanda
ha experimentado un crecimiento tal que resulta difícil de absorber por
el mercado, según publica hoy Ideal.
«Hay menos inmuebles libres. Y eso que hay más alquiler que
nunca. Pero es que la demanda ha crecido. Y ha crecido mucho», reconoce
Joaquín Aynat, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad
Inmobiliaria (API) en Almería.
Y con mayor demanda, los
arrendadores incrementan el precio y agregan nuevos condicionantes.
«Antes intentabas conseguir un inquilino como fuera, ahora se es más
selectivo», añade Aynat.
Más meses de fianza -el pedir tres ha llegado a
ser algo ciertamente habitual-, avales bancarios o incluso nómina fija
están entre los requisitos que algunos caseros imponen a sus
arrendatarios. «En el actual contexto, el propietario tiene la
posibilidad de elegir», admite Aynat.
«El precio al que están
los pisos», admite Aynat, «anima a algunas personas a comprar». Pero es
la escasez de alquiler la que podría estar provocando un nuevo negocio:
las promociones para arrendar.
¿Cuál es la causa? Es
algo generalizado. En otras ciudades está ocurriendo algo parecido:
Sevilla, Málaga o Granada, por ejemplo, están experimentando
dificultades de acceso al alquiler por la extensión de un nuevo modelo
de turismo, el vacacional en viviendas. Aquí en Almería, en opinión de
Aynat, esta no es la razón primordial.
«Hay un cambio de paradigma.
Antes había arrendatarios clásicos: los estudiantes y los de desplazados
temporales por trabajo. Ahora hay sectores de población que optan por
el alquiler como solución habitacional. Especialmente jóvenes», defiende
el presidente de los API de la provincia de Almería.
La falta de pisos de
alquiler está provocando además una «deslocalización» del mismo. «Como
es difícil, la gente ya no busca centro, Zapillo o en las grandes
avenidas, ahora con la escasez se busca donde sea», admite Aynat.
A
esto, en muchos casos, se suma la estacionalidad cíclica del propio
arrendamiento. Juan Garzón, de Inmobiliaria Garzón, asevera que de mayo a
noviembre hay más oferta -pese a ser Almería una ciudad costera-. «Es
cuando la gente se va de vacaciones y los estudiantes dejan los
apartamentos», agrega.
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