ALMERÍA.- Los refugios de la Guerra Civil de la
capital de Almería han reabierto sus puertas al público tras dos meses
cerrados para acometer obras de rehabilitación que, con una inversión
cercana a los 100.000 euros, ha permitido intervenir en el desgaste
producido por el "paso del tiempo" y la afluencia de visitantes.
El alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, ha
visitado esta mañana el enclave turístico más visitado de la ciudad tras
la mejora de las instalaciones y ha invitado a los ciudadanos a conocer
la historia más reciente tras el importante "lavado de cara".
Acompañado por los concejales de Cultura, Ramón Fernández-Pacheco, y Fiestas Mayores
y consejero delegado de la Empresa Municipal Almería Turística, Juanjo
Alonso, Rodríguez-Comendador ha recorrido los refugios y ha podido
comprobar el resultado de los trabajos.
En concreto, se ha adecentado, adecuado y puesto en servicio el
sistema de ventilación, la mejora de las salidas de emergencia y la
renovación del sistema eléctrico.
Durante los casi dos meses que ha durado la obra, las
instalaciones han permanecido cerradas de forma provisional, pero ahora
los usuarios pueden volver a disfrutar plenamente de esta instalación,
de martes a domingos de 10,00 horas a 14,00 horas y de 17,00 horas a
21,00 horas. La tarifa general es de cuatro euros e incluye una visita
guiada.
Los Refugios de la Guerra Civil fueron construidos en 1938
por el arquitecto almeriense Guillermo Langle para alojar a la población
de la ciudad durante los bombardeos de la contienda. Recuperados en
2007, en ellos se pueden ver documentos y objetos de aquellos años,
además de un quirófano utilizado durante los ataques y en el que se
salvaron innumerables vidas. A sus galerías, los asistentes pueden
acceder por el pabellón de la Plaza Manuel Pérez García, donde también
se exponen restos arqueológicos que se descubrieron durante la
restauración.
A pesar de que la longitud total de los Refugios superan los
cuatro kilómetros y medio, no todos los túneles están interconectados, y
hoy por hoy, sólo el más largo está abierto al público, situado bajo el
Paseo de Almería. Están construidos a una profundidad media de nueve
metros bajo la superficie. Las galerías para refugiarse son de dos
metros de anchura y con bancos corridos a los laterales. Las escaleras
tienen alrededor de 1,3 metros de ancho y todas tienen forma de L. Todas
las galerías y salas tienen bóveda de cañón.
En total, existen 67 entradas a este refugio principal, algunas
fuentes las cifran en 101, aunque muchas de estas entradas fueron
selladas al dejar de ser útiles. Algunas iglesias, como las de San Pedro
o San Sebastián, también contaban con accesos particulares. Se
intentaba que no hubiera más de 100 metros hasta una entrada desde
cualquier punto de la ciudad.
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