ALMERÍA.- La empresa promotora del hotel que se ubica en el paraje de El Algarrobico, en Carboneras, ha considerado de "sentido común" el auto judicial que rechaza ejecutar de manera provisional la sentencia que declara nula de pleno derecho la licencia municipal de obras y que, en la actualidad, se encuentra recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
Así lo ha asegurado en declaraciones hoy el director general de Azata, José Rodríguez, quien ha subrayado que la ejecución provisional del fallo dictado en 2008, que fue solicitada al Juzgado de lo Contencioso-administrativo nº 2 de Almería por Ecologistas en Acción y Salvemos Mojácar, "no implicaría el derribo directo" del inmueble.
"Creemos que es de sentido común la resolución ya que el hotel no está causando ningún daño adicional a nada mientras que la demolición derivaría en perjuicios gravísimos en caso de que se estime el recurso que interpusimos ante el TSJA", ha señalado Rodríguez.
En esta línea, ha remarcado que la sentencia dictada por el magistrado Jesús Rivera ordenaba al Ayuntamiento carbonero incoar un procedimiento de revisión de oficio del acto administrativo que dio lugar a la concesión de la licencia municipal de obras, por lo que, ha añadido, "una de las posibilidades tras este proceso administrativo es que terminase en una orden de derribo".
Rodríguez ha hecho hincapié en que la disposición no cuestiona la licencia sino que hace alusión a "posibles defectos" en la aprobación del "planeamiento urbanístico" que sustentó su concesión. "No me cansó de recordar, además, que ese planeamiento urbanístico que se está enjuiciando es incluso anterior a que Azata adquiriese la propiedad de los terrenos" sobre los que se asienta el hotel.
El titular de lo Contencioso-administrativo ha rechazado ordenar la ejecución provisional de la sentencia que declara nula de pleno derecho la licencia al estimar que la demolición de lo construido "llevaría consigo perjuicios ciertamente irreparables e irreversibles" para la promotora del establecimiento.
Entiende el magistrado Rául Hugo Muñoz, haciendo suyos los argumentos expuestos por la empresa Azata del Sol, que el mantenimiento de la situación actual "en nada impide la ulterior ejecución de la sentencia" y subraya que aceptar la citada ejecución provisional "habría de conducir en última instancia a la demolición de lo construido".
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