ALMERÍA.- El presidente de Cajamar, Antonio Pérez Lao, acompañado por el presidente de la Fundación Cajamar, Juan del Águila Molina, descubrirá este viernes la rehabilitación que se ha practicado a la centenaria fachada declarada Bien de Interés Cultural (BIC) de la Casa de las Mariposas, un edificio cuya construcción data de 1911 y que fue adquirido por la entidad a finales de 2008 a Metrovacesa por diez millones de euros.
Según ha avanzado la entidad en una nota, el inmueble acogerá a partir del mes de marzo dependencias institucionales de Cajamar y de la Fundación Cajamar, una oficina de atención al público y un centro de cultura. De esta forma, en la tarde de este viernes se procederá a retirar la lona que cubre el edificio y se procederá a activar su alumbrado exterior en una acto en el que también estarán el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, y la delegada de Cultura de la Junta de Andalucía, Yolanda Callejón.
La fachada de la Casa de las Mariposas volverá así a ver la luz, doce meses después de que fuera colocada una lona en su perímetro para proceder a su restauración, de modo que el histórico edificio será devuelto al paisaje almeriense con la imagen original con la que fue construido hace cien años.
El edificio acogerá además un descubrimiento que tuvo lugar durante el transcurso de las obras de restauración: un vaso de cristal situado en la cúspide del castillete del inmueble, que llevaba ubicado en este sitio casi cien años y que, según las apreciaciones realizadas, fue utilizado para brindar por los operarios una vez que se finalizaron las obras.
El curioso descubrimiento que fue colocado en lo más alto del edificio burgués de tres plantas por un niño que ejercía de peón ha conseguido sobrevivir, entre otros momentos históricos, a los bombardeos que sufrió la ciudad durante la Guerra Civil. El edificio, situado junto a la Puerta de Purchena, es uno de los escasos símbolos de modernismo que existen en la provincia creado de la inspiración del arquitecto Trinidad Cuartara, que anteriormente había observado otros inmuebles de un estilo afín en Madrid y varias ciudades de Francia.
En este sentido, el edificio se ha sometido a un refuerzo de sus cimientos, una tarea que se extenderá hasta el mes de enero a partir del cual se comenzará a licitar y ejecutar obras para acondicionar su interior, en el que predominarán espacios diáfanos y un salón de actos en una planta sótano para 300 personas.
Por otra parte, y de la mano del historiador Antonio Ruiz, la Fundación Cajamar prepara un libro a través del cual contará la historia del edificio, desde su creación, hasta listados y vida de los habitantes a los que acogió, los comercios que mantuvo y los operarios que trabajaron en su construcción.
De esta manera, ya se cuentan con algunos de los datos sobre la construcción del edificio e incluso con la referencia de uno de los niños que trabajó en la obra, si bien aún no se ha podido constatar que fuera éste el que colocara el vaso de vino en la cúspide de la Casa Rapallo, tal y como fue conocida hasta la década de los años 40.
Su segundo nombre se debe a que el inmueble fue además residencia del empresario naval José Rapallo, quien se casó con una de las promotoras del edificio, Dolores Campos, a su vez, hermana de Bernabé Campos, también financiador de la construcción.
Almería Al Día Un 10 para Cajamar en esta restauración.
ResponderEliminarNo se puede decir lo mismo para otros edificios, empresas conocidas, personas conocidas que hicieron un atropello sin igual
en la Puerta Purchena. Derribando las fachadas que existían y construyendo edificios "modernos" en una plaza de tradición para los Almerienses. Y estarán orgullosos. Los Almerienses NO.