MADRID.- El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, viajará mañana lunes a Argel para negociar con su homólogo argelino, Youcef Yousfi, un acuerdo acerca de los nuevos precios del gas suministrado a España durante el trienio que comienza en 2011, según informaron fuentes del sector.
Este viaje se produce después de que el ministro abogara por un "diálogo" con las autoridades argelinas que conduzca a acuerdos "estables y fiables", y considerara esta cuestión un "tema de Estado" que trasciende los contenciosos empresariales entre Gas Natural Fenosa y la estatal Sonatrach.
De hecho, la base de la disputa entre ambas empresas procede de unos contratos de suministro firmados en los años noventa entre dos empresas por entonces de capital público, Enagás y Sonatrach, y sustentados sobre negociaciones políticas a nivel estatal, en las que el precio acordado es un secreto.
La visita de Sebastián se produce apenas una semana después de que los directivos de Gas Natural Fenosa viajaran a Argelia para negociar unos nuevos precios de suministro en los que se tengan en cuenta los cambios acaecidos no sólo en el mercado internacional, sino también en España, donde el gas ha experimentado una fuerte caída de demanda.
La negociación sobre los nuevos precios del gas se produce apenas dos meses después de que un tribunal internacional de arbitraje diera la razón a Sonatrach en su disputa con Gas Natural sobre la revisión de los precios del gas en vigor desde 2007, en un laudo que la compañía española considera "abusivo y desproporcionado", y que ha recurrido ante el Tribunal Federal de Suiza.
La compañía presidida por Salvador Gabarró calcula que, en el peor de los escenarios posibles, en el que el recurso no prospere ni se logre un escenario de precios adecuado, el conflicto con Sonatrach tendrá un impacto de 450 millones en 2010 en términos de resultado consolidado después de impuestos.
Sólo el pago retroactivo de la subida del gas reconocida por el tribunal tendrá un coste de 1.970 millones de dólares (unos 1.450 millones de euros) para la gasista, que podría ver reducido su beneficio bruto de explotación (Ebitda) en cerca de 400 millones para el ejercicio 2012 en el peor de los escenarios.
Al margen del efecto sobre Gas Natural Fenosa, existe el temor de que la revisión de los contratos acabe afectando a la Tarifa de Último Recurso (TUR) de gas que pagan los consumidores. El secretario de Estado de Energía, Pedro Marín, aseguró recientemente que el conflicto "no tiene por qué tener un impacto directo" ni "un impacto inmediato" sobre la tarifa de gas natural.
Como tema de fondo, subyace el debate acerca de la dependencia energética del gas argelino, que en la última década se ha reducido del 60% al 33%, y que está cayendo sensiblemente este año, pero que podría volver a aumentar con la entrada en funcionamiento del gasoducto Medgaz, con una capacidad de 8 bcm (8.000 millones de metros cúbicos) de gas al año.
Para reducir esta dependencia, CiU ha pedido formalmente a Sebastián, a través de su diputado Josep Sánchez Llibre, que reduzca por ley, del 50% al 25%, el peso máximo que un mismo país puede tener en la matriz de aprovisionamiento nacional de gas.
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