MADRID.- Cajamar es la 16º entidad financiera en España, con un volumen de negocio gestionado de 53.232 millones de euros, unos activos de 29.882 millones, 690.000 socios y 2,5 millones de clientes. Junto a la apertura de sucursales cuando prácticamente todo el sector financiero está reduciendo considerablemente su red de oficinas, Cajamar trata de adelantarse a otros movimientos en las cajas rurales, a juicio de la publicación 'Capital Madrid'.
Los retrasos en las fusiones virtuales de las entidades provinciales, por un lado, y de las locales y comarcales, por otro, y las discrepancias existentes en el primer grupo sobre el alcance real de su integración, pueden hacer que algunas cajas rurales opten por la propuesta de Cajamar. El ejemplo de la Caja Rural de Baleares puede ser seguido por otras.
El modelo es simple: Cajamar absorbe la entidad y a cambio ésta asume la dirección territorial correspondiente. En el caso de la Rural de Baleares, esta comunidad autónoma y también Cataluña. Pese a todos los esfuerzos de la Asociación Española de Cajas Rurales (AECR), formada por 73 entidades que suponen el 80% del sector, para que en la asamblea general de la entidad balear se votara en contra, el respaldo a la operación con Cajamar fue abrumador.
La entidad almeriense ya ha reducido el número de socios de la Asociación, con la que está enfrentada (la abandonó en 2002) desde que inició la expansión nacional rompiendo el status quo de que una rural no se metía en el territorio de otra, en seis en un año y medio.
Cajamar saca partido a las discrepancias existentes dentro de la AECR sobre el modelo de banca federada, que plantea que cada caja rural en su territorio y las sociedades participadas conjuntas en el de todos, y sobre el dominio existente en la Asociación por parte de las grandes entidades, como Ruralcaja, promotor de otra fusión virtual en la Comunidad Valenciana, Cajas Rurales del Mediterráneo, que quiere integrar en la de las provinciales.
En 2008, las rurales comenzaron a debatir la posibilidad de protagonizar una gran fusión virtual, alentadas por el Banco de España. Y más de dos años después, y pese a los llamamientos integradores del supervisor, hay tres proyectos en marcha: el de Cajamar, el único que ha recibido el nihil obstat del Banco de España; el de las grandes, con Garrigues como consultor; y el de las locales y comarcales, con AFI como asesor. Algunas entidades han optado por sumarse a la iniciativa más consolidada, que es la de Cajamar.
La entidad almeriense insiste en que su estrategia se plantea en el actual escenario de reestructuración del sistema financiero español, y del sector de las cajas rurales en particular. Y ante la necesidad de diseñar e impulsar nuevas alianzas estratégicas que contribuyan a reforzar la posición competitiva del sector de cajas rurales en España. Dentro de este planteamiento, "hay contactos permanentes" de Cajamar con otras cajas rurales y cooperativas de crédito.
Cajamar, primera caja rural y también primera cooperativa de crédito española, es resultado de la fusión de las cajas rurales de Almería y de Málaga en el año 2000, de Caja Rural del Duero en 2007, de la Cooperativa Agrícola y Ganadera del Campo de Cartagena en 1989 y de la cooperativa de crédito madrileña Grumeco en 2000.
En agosto, la asamblea general de la Caja Rural de Baleares aprobó la fusión con Cajamar, que será efectiva el próximo mes de diciembre. Al mismo tiempo, la entidad almeriense es la promotora de la primera fusión virtual que viven las cajas rurales, con el Grupo Cooperativo Cajamar, del que ya forman parte cinco de la Comunidad Valenciana (Caja Campo, Caja Rural de Casinos, Caixa Albalat, Caixapetrer y Caixa Rural de Turís) y que está abierto a la incorporación de más entidades.
Ayer inauguró su primera sucursal en Pamplona, penetrando en el territorio hasta ahora reservado a la Caja Rural de Navarra, una de las que promueve la gran fusión virtual del sector junto al resto de las provinciales.
Con esta apertura, la almeriense Cajamar ya suma 986 oficinas y más de 5.100 empleados en 38 provincias y 12 comunidades autónomas. Antes de que termine este año, también tiene previsto abrir más oficinas en La Rioja, que se sumarán a las que en los últimos meses han iniciado su actividad en Castilla y León, Cantabria, Comunidad Valenciana y Región de Murcia.
El objetivo, mientras se avanza tanto en la integración de la Caja Rural de Baleares como en la fusión virtual con entidades de la Comunidad Valenciana, es lograr lo antes posible una presencia en todas las comunidades autónomas. Cajamar no está presente todavía en Galicia, País Vasco, Extremadura y Canarias.
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