domingo, 22 de agosto de 2010

Recio, el hierro de la ganadería y el martinismo / Pepe Fernández *


El contenido de mis dos anteriores artículos, desvelando un posible pacto secreto de futuro entre Martín Soler, Diego Asensio y Manuel Recio en Almería, ha generado un auténtico shock entre los militantes de base del PSOE, según afirman fuentes socialistas, también entre muchos alcaldes y concejales de la provincia, lectores de este blog, que ni entienden ni comprenden el viraje que el “estilo Griñán” intenta imponer en Almería con el encumbramiento celestial del consejero de Empleo, Manuel Recio, como recambio a Martín Soler. Sencillamente, dicen, porque Recio es un producto político creado por el propio Soler, o sea, “más de lo mismo, el mismo estilo, los mismos amigos, eso sí aunque con otra cara”. La nueva cara del socialismo en Almería que , en teoría, debería poner en marcha la renovación de arriba a abajo ( o viceversa) del partido tras los efectos devastadores del pacto con los imputados del PAL en la Operación Poniente y, sobre todo, las maniobras de Soler con Pizarro para jubilar a Griñán tras las municipales si resultan desastrosas como vaticinan los sondeos.

También cuenta en contra del PSOE el efecto nocivo de una serie de escándalos que, tímidamente, empiezan a dar la cara como la desaparición de una finca de titularidad pública de 25 hectáreas en la localidad de Cuevas del Almanzora o el desaguisado económico y de gestión de la desaladora de Rambla Morales (financiada con fondos andaluces y europeos) con casi un centenar de modestos regantes que se sienten engañados y estafados. Y otro escándalo en ciernes, lo sucedido con el Pgou de un bello y desconocido pueblo de la provincia. Un asunto del que les hablaré con detalle próximamente, pero que les adelanto tiene mucha chicha y donde se da la curiosa paradoja que, el secretario general del PSOE en ese pueblo, siendo primer teniente de alcalde, tras denunciar internamente en el partido y por los cauces estatutarios reglamentarios, una presunta trama de grave corrupción económica y, sobre todo, política en el manejo del plan general, hoy está despachando gasolina a pie de poste a la entrada del pueblo. Un escándalo socialista interno/externo en el que, se asegura, hay quien se ha pasado por el arco del triunfo las formalidades éticas y jurídicas, tanto de la Comisión Ética interna del PSOE de Almería como de la correspondiente a la regional de Sevilla, todo ello con la vista gorda de Luis Pizarro (y Manuel Chaves).

Pero dejemos el asunto de la localidad de Terque, que así se llama el bello enclave del que les hablaré pronto con más lujo de detalles – por cierto, con mucho colorido político de por medio- y del que en abril de 2008 se llegó a publicar que el ayuntamiento, su alcalde Baldomero Cárdenas Giralt , bajo sospecha interna por el que hoy despacha la sin plomo, había vendido como urbanos terrenos recogidos como rústicos en el Plan de Ordenación de Recursos Naturales de Sierra Nevada, conocido con las siglas PORN, miren Uds por donde. (Continuará, porque la historia no tiene desperdicio)

Recio sobre Martín Soler: “Es una gran persona y un gran político”

Todo este clima de incertidumbre y falta de liderazgo en el socialismo almeriense se produce en medio de una tensa espera -por parte de todos- por conocer lo que contenga el voluminoso sumario oculto de la Operación Poniente, cuyo levantamiento de secreto hace presuponer efectos demoledores en la política ejidense, almeriense y andaluza.

En este contexto de tensión añadan un secretario general, Diego Asensio, que se resiste a dimitir para dar paso a la nueva mayoría integradora que quiere Griñán y su ejecutiva regional para Almería. A Diego Asensio se le atribuye la frase “por encima de mi cadáver” cuando se le ha sugerido que dimita y dé pié a un congreso extraordinario que elija una nueva dirección para salir del marasmo y afrontar con mejores garantías las municipales de 2011. Sin olvidar en el escenario al ex consejero Martín Soler, políticamente amortajado por Griñán, pero que goza de excelente salud política en el manejo de los resortes de poder por él mismo diseñados y creados con destreza a lo largo de más de una década del martinismo, un mini régimen político personal del que ha sido actor principal el político cueveño.

Sin duda, a la vista de lo que ha sucedido con los nombramientos de la Junta hace un par de semanas, hay que concluir afirmando que el resorte de poder que más y mejor le está funcionado hasta ahora a Martín Soler ha sido precisamente el que todos consideraban como su principal enemigo “por traidor”: Manuel Recio. El consejero de Empleo, en Sevilla aparentemente distanciado de Soler, en Almería proclamaba hace dos meses, el 20 de junio, cosas como las siguientes a la hora de referirse a Martín Soler:

-”Para mí siempre ha sido un maestro en política y un referente. Yo no puedo olvidar que fue quien me introdujo en este mundo. Es una gran persona y un gran político. Tiene mucho camino por delante y mucho que trabajar por esta Andalucía”.

En la misma entrevista, también se le preguntaba por Diego Asensio del que dijo “Tengo plena confianza en él. Me es difícil opinar porque aparte de mi Secretario General es amigo”.

Almería con nuevo Consejero y futuro líder socialista.

Estos piropos de Recio a su maestro no eran “de manual” como fueron los lanzados por Gaspar Zarrias hace unos meses tras una visita fugaz del Secretario de Estado a Almería. Los reconocimientos públicos de Recio a Soler iban más allá de la cortesía pública en los actos internos de partido, según comentan los asistentes, manteniendo siempre el elogio a su figura y un respeto reverencial al líder caído por órdenes del presidente de la Junta y SG del PSOE-A, o sea, para que nos entendamos, el jefe directo de Recio.

Sin haber tenido posibilidad de preguntarle directamente a Recio su versión de todo esto, en tanto que ha pasado una semana desde que me anunció su llamada para contarme y desde Almería llaman todos menos él, que anda entretenido cortando y pegando artículos de El Pais en su muro del Facebook, me voy a permitir aventurar una hipótesis de trabajo que demostraría, de ser cierta, la habilidad y la astucia que el consejero Recio habría aprendido de su mentor Martín Soler.

Tras el congreso regional Recio sabe muy bien que su padrino huele a cadáver en las puertas del tanatorio de Griñán. Su buena amiga Carmen Martinez Aguayo seguramente le tiene al corriente de por donde va el aire de la crisis. El gran error de Soler al ponerse chulo con el presidente cuando le quita Innovación, abre en Almería una nueva situación tras desfilar el cadáver del ex poderoso consejero por Puerta Purchena y en el Boja casi al mismo tiempo.

Recio se queda heredando el titulo de “el consejero de Almería” y si se le considera un buen alumno de Soler, seguramente se le abrieron los ojos ante el futuro sin líder y con tantas cosas por hacer en Almería.

Corría el mes de abril, se conocían ya con todo lujo de detalles los mamoneos con los miembros del Poniente, desvelados en el sumario parcialmente levantado y el sector critico al martinismo no hacía más que pedir cabezas de delegados de la Junta a Griñán. Pedían gestos, “política de gestos” que demostrasen que la caída política de Martín era real, por decisión política del propio Griñán, no fruto de la casualidad de que a Soler, ese día, no le apeteciera elegir entre ser consejero de Medio Ambiente o de Empleo o irse a casita si no le mantenían donde estaba. Que hasta dos consejerías dice que le llegó a ofrecer Griñán aquella fatídica tarde en la que no pudo controlarse, echando todo por la borda en uno de sus ataques de soberbia y orgullo herido, dado el alto valor que a sí mismo se concede Martín. Sobre todo para desempeñar el cargo de consejero al frente de “la ventanilla de subvenciones de Innovación” que según palabras de Griñán es lo que no quería que fuese la Consejería, hasta nombrar a Antonio Avila, un tipo honrado y de su confianza, encargado de que Innovación dejase de ser una ventanilla para chorrear dinero en subvenciones a los amigos de siempre. Que le pregunten a Antonio Llaguno, que a punto estuvo de soltar 300 mil pavos, cincuenta millones de pesetas, para “innovar” por orden del consejero Martín un negocio de cestas de Navidad en Cuevas, asunto que no prosperó al salir publicad ala escandalosa subvención para innovar las benditas y alegres canastas de Cuevas.

En ese contexto, acabado el congreso regional , “caído” Martín y con la militancia critica en Almería pidiendo cabezas de delegados, es cuando entra en escena el astuto Manuel Recio al considerar que si algún día quiere ocupar el sitio de Soler, debe quitarse de en medio al conocido como núcleo duro del martinismo. El más importante es el delegado del Gobierno, pero Pizarro acaba de estar en Almería y ha abrazado a Miguel Corpas, en recuerdo seguramente a tantas veladas veraniegas de alta y baja política.

Pero hay más delegados, entre ellos hay uno con fama de ser “uno de ellos”, un hombre de Martín cien por cien, pero en el fondo es un “cabrón indomable” porque ha echado atrás muchas decisiones de su delegación basadas en acuerdo políticos y de intereses “de partido”. Un viejo zorro con más de veinte años en la vida pública, con su patrimonio a la vista, pero que, sin embargo, tenía lo más preciado por el estilo de control del martinismo: un cadáver en el armario.

En efecto, su voz aparecía en el sumario de la Operación Costurero, como dándole carrete en sus intereses a un tal Zurano, empresario imputado en la causa. La consejera Concha Gutiérrez entendió que la aparición de su delegado en las escuchas, tras examinar el rigor del expediente cuestionado, no era motivo para aceptar la dimisión de Luis Caparrós, tal y como sí le había llegado a pedir el propio Soler, sin mirarle a la cara, el día antes en su despacho de Almería.

Para colmo, Caparrós, que fue alcalde de Purchena durante nueve años, portavoz socialista en la Diputación y finalmente delegado de Obras Públicas, había tenido un par de sonoros enfrentamientos directos con Recio siendo delegado. Por otra parte, hay quien no olvidaba que Caparrós es un tipo que ejerce una gran autoridad e influencia sobre los alcaldes socialistas de la provincia ante los que goza de prestigio y afecto entre la mayoría.

Sin duda Luis Caparrós tenía todas las papeletas para que “alguien” susurrase al oído de Griñán y Rosa Aguilar que ese tenía que ser el primero en caer, con tanta prisa que dejaron vacante la sede dos semanas.

Luis Caparrós en realidad no era ya de Martín, pero no avisó

Yo fui uno de los que interpreté el cese expres de Caparrós en abril en términos que simbolizaban el principio del fin del martinismo, al caer uno que parecía uno de sus pilares fundamentales. Craso error, a Caparrós le han mantenido en el cargo de delegado de Obras Publicas en Almeria, a pesar de Martín Soler, los consejeros de Obras Publicas desde Sevilla.

Fueron varias las voces no adscritas que empezaron a apuntar a Caparrós tras su cese como una de las muchas victimas utilizadas por el líder hasta donde pudo y luego lo tiró, pero lo cierto y verdad es que fue cesado y la prometida dirección general “fue un invento de Diego Asensio que yo no habría aceptado” según me aseguran que él mismo ha referido en el partido.

Cayó la primera cabeza y el circo de Portus Magnum se calmó. Pasarían meses hasta que el consejo de Gobierno le metiese mano a Almería más a fondo. Y miren que curioso, en esta ocasión es José Luis Sánchez Teruel el descabalgado de la Delegación del Gobierno con el mismo argumento con el que se echa a Luis Caparrós: “Cuidado con este, es un hombre de Martín a tope”.

Para entender lo de Caparrós al completo baste con aportar el dato siguiente: fue quien, con la fuerza de más de cuarenta alcaldes socialistas de Almería detrás, planteó hace un mes a Susana Díaz liderarlos y reclamar un congreso provincial, algo que la propia Secretaria de Organización paralizó de facto. Y en esa operación con Caparrós y los alcaldes de la provincia, también estaban Nono Amate, su gente y un sector critico extenso del PSOE de Almería.

De ser cierta esta hipótesis que planteo tras numerosas charlas en las últimas semanas con diversos protagonistas, llegaríamos a una curiosa moraleja. Recio, el alumno aventajado de Soler, el mantenedor de las esencias del martinismo, es sin embargo quien va marcando a fuego, como a las reses en la dehesa, con el sello del martinismo auténtico a quien no lo tiene o a quién quizás se le borró con el tiempo y tantos acontecimientos.

Ultima reflexión agosteña sobre la crisis del PSOE de Almería. Vista como están las cosas de complicadas, mucho están tardando Rafael Velasco y Susana Díaz en dar marcha atrás y recomendarle a su jefe la necesidad de ir a un congreso extraordinario a vueltas del verano. Haga lo que haga Griñán en las municipales, sus enemigos le van a seguir desollando en espera de mejores oportunidades. Por lo demás, el presidente, ya sabe que tiene sentado en el consejo de Gobierno a un político que pretende reencarnar un estilo y unas formas políticas abandonadas oficialmente en el PSOE de Almería. Ese será el segundo asunto urgente sobre el que deba meditar el Sr Presidente, los grados de incoherencia política concurrentes en esta nueva deriva que toma lo suyo con “lo de Almería”.

(*) Periodista y director regional de Onda Cero en Andalucía

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