Según precisó un portavoz de Salvamento Marítimo, se trata de un paro "temporal" del dispositivo para el rescate de Iñigo Vallejo, el rescatador que viajaba a bordo de la aeronave natural de Sevilla, después de que ya culminasen con éxito las labores para izar desde 90 metros de profundidad los cadáveres del comandante y piloto, José Luis López Alcalá, y el copiloto, Kevin Holmes.
El operativo, que se reanudará en cuanto cesen los vientos del noreste de entre 40 y 45 nudos desatados a cinco millas náuticas al sur del aeropuerto de la capital, se ha retirado de la zona y han tomado rumbo desde este mediodía al puerto de la capital el buque 'Clara Campoamor' --eje de los trabajos gracias al ROV--, el barco 'Remolcanosa V', así como las Salvamar 'Denébola' y la Guardamar 'Caliópe'.
El cadáver de Kevin Holmes, ciudadano neozelandes, fue recuperado a última hora de la tarde de ayer, por lo que sólo falta por localizar el cuerpo de Iñigo Vallejo, quien antes de ingresar en Salvamento Marítimo perteneció al grupo de emergencias de Andalucía (GREA) donde, entre los años 2005 y 2007, fue agente, jefe de grupo e instructor de operaciones.
Durante el domingo era recuperado el cuerpo sin vida del comandante del aparato, José Luis López Alcalá, cuya misa funeral se celebraba hoy en la más estricta intimidad en la Iglesia del Espíritu Santo de la capital mientras que el cuarto ocupante del helicóptero siniestrado, el operador de grúa Alberto Elvira, fue rescatado con vida instantes después de que la aeronave se precipitara al mar.
Las inmersiones para recuperar los cuerpos son complejas debido a la profundidad a la que reposan los restos del helicóptero, a unos 90 metros bajo el nivel del mar, y la preparación de cada inmersión, que incluida la permanencia bajo el agua abarca unas cinco horas aproximadamente. Debido a estas circunstancias, los buceadores únicamente pueden realizar una única inmersión al día por cuestiones de seguridad.
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