Esta actividad se enmarca en la campaña que este movimiento apostólico de Acción Católica desarrolla en toda España durante este curso bajo el lema 'Cuidar el trabajo, cuidar la vida'. En el encuentro se han proyectado tres experiencias de personas que han sufrido las consecuencias de accidentes de trabajo y que colaboran con AVAELA.
Al comienzo del acto se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la invasión de Gaza, entre las que se encuentran más de 35.000 palestinas muertas por parte del ejército israelí.
En su intervención, Miguel Cruz ha hablado de la importancia de apostar por la seguridad y la salud laboral en las empresas, un aspecto en el que hay que seguir trabajando para evitar las altas cifras de siniestralidad laboral que se registran cada año.
"Esta situación se debe, por ejemplo, a la falta de una cultura preventiva dentro del empresariado y a la escasa calidad en el empleo en muchos casos, por lo que podemos afirmar de que la precariedad laboral mata", ha subrayado.
El responsable de AVAELA ha insistido en la necesidad de realizar campañas de concienciación para trabajadores, empresarios y, también, para la sociedad en general, al tiempo que ha puesto de manifiesto la situación de la Inspección de Trabajo, un aspecto en el que se debería apostar más por parte de las administraciones. Cruz ha destacado que las empresas deben ser conscientes de que "su mayor capital es el trabajador".
Al responsable de AVAELA, como a miles de personas en toda España, la siniestralidad laboral le ha marcado la vida. "Mi padre murió en un accidente laboral. El criarte sin padre tiene sus consecuencias. Yo tenía dos meses y medio. Mi madre tuvo que salir a limpiar escaleras. Me cuentan cómo era ella antes del accidente, pero lo que yo conocí fue una mujer distinta".
Así, ha insistido en que las muertes en el trabajo "son las muertes olvidadas, y aportó cifras sobre las personas fallecidas en el conjunto de España y en la Región de Murcia".
En Andalucía decidieron crear una asociación de víctimas porque entendieron que era la mejor forma de defender los intereses de las personas afectadas por los accidentes laborales. Está integrada por viudos, huérfanos y progenitores de los fallecidos.
"Sé que en Murcia no existe este tipo de
organización, pero también sé que hay inquietud por formar algo",
indica.
"La muerte de un familiar de manera inesperada supera
el dolor que se siente por cualquier otro tipo de muerte. Todos los
problemas se agravan. La persona que muere sufre la consecuencia más
grave, pero queda la familia. Nosotros, los familiares, somos las
consecuencias de esos números que da el Ministerio de Trabajo", relata.
En la Región de Murcia el año pasado hubo 32 fallecidos en accidentes
laborales. En lo que llevamos de 2024 ya se han contabilizado otros
nueve fallecimientos. Detrás de estas cifras, que están a la cabeza de
España, Miguel Cruz ve "trabajo precario y temporal en pequeñas
empresas".
Según explica, el número de personas con contratos
indefinidos que sufren accidentes laborales representa la mitad de los
temporales.
"Cuando tienes un contrato temporal tienes menos
posibilidades de reclamar y hay una tendencia a asumir más trabajo del
razonable por ganarte el favor para mantener el contrato", añade este
militante de la HOAC de Córdoba.
En general el tipo de
accidente laboral varía mucho dependiendo del tejido empresarial de cada
territorio. En estos momentos "hay una cuestión que está creciendo en
todas las comunidades y son los accidentes cardiovasculares y los
derrames cerebrales, que se relacionan mucho con los ritmos de trabajo y
la precariedad laboral. Está impactando de manera brusca".
Miguel Cruz admite que en España existe una buena ley de riesgos
laborales, aunque necesita más inspectores para hacer que se cumpla. En
su opinión, tiene que ser actualizada para incluir en ella temas que en
el caso de la Región de Murcia se han introducido en la nueva Estrategia
de Seguridad y Salud Laboral 2024-2028, presentada esta semana, como es
el cambio climático y la digitalización.
De esa estrategia,
Cruz destaca tres aspectos que le parecen novedosos y positivos: por una
parte, que incluya la prevención ante los golpes de calor; que tenga en
cuenta las muertes en profesiones muy feminizadas en la Región; y la
diversidad generacional y ponga el foco en los trabajadores adultos
mayores.
Sin embargo, cree que "su talón de Aquiles es que
presta poca atención a la formación obligatoria en las empresas, algo
que en la práctica se ha burocratizado, externalizado y no se toma en
serio ni por los empresarios ni por los trabajadores. Son palabras
vacías que sólo sirven para evitar la multa de la Inspección de
Trabajo", sentencia.
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