MADRID.- Miles de policías y miembros de protección civil se
desplegarán a partir del lunes (el martes en aquellas comunidades donde
ese día es festivo) en estaciones de metro, tren y autobús para repartir
10 millones de mascarillas. Los destinatarios de estos materialles
serán “exclusivamente” las personas que vayan a trabajar en transporte
público, donde “es más complicado mantener la distancia de seguridad”.
Así lo ha anunciado este sábado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska
junto al ministro de Sanidad, Salvador Illa en una rueda de prensa en
la que han explicado cómo será el regreso a la actividad de aquellos
sectores considerados no esenciales que desde el pasado día 29 también
fueron obligados también a parar en un endurecimiento de las medidas
adoptadas para frenar el coronavirus.
Marlaska ha admitido que el uso de las mascarillas es
“recomendable, no obligatorio” y ha detallado que el reparto durará dos
días. En él, participarán agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad,
policías autonómicas y locales, y miembros de protección civil.
El
Gobierno ha tratado de dejar claro que la vuelta al trabajo de
determinados sectores no debe interpretarse como el fin de las medidas
de aislamiento. “No se va a producir una relajación de las medidas tras
la vuelta al trabajo de los [sectores] no esenciales, seguimos en fase
de confinamiento, y todos tenemos que tenerlo claro, no hemos empezado
desescalada”, han insistido Marlaska y el ministro de Sanidad, Salvador
Illa.
Illa ha explicado que las mascarillas no serán las de tipo
quirúrgico, indicada para personal sanitario, ni de filtro, para quienes
se relacionan con un enfermo, sino un tercer tipo homologado
recientemente y que se está produciendo a nivel nacional. El ministro ha
llamado a este nuevo tipo “mascarillas higiénicas”.
Illa
ha recomendado también el uso de mascarillas en recintos cerrados como
tiendas, pero ha destacado que en este sentido “es más importante la
higiene pública y personal que las mascarillas”.
La
Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene ha
publicado precisamente este viernes un documento en el que sostiene que
“el uso de cualquier tipo de mascarilla” es útil para “reducir la
transmisión comunitaria de la infección”, según la evidencia científica
disponible.
El ministro de Sanidad ha destacado que son
tres las prioridades del Gobierno para minimizar el riesgo de contagios.
La primera es que las personas mantengan una distancia de al menos un
metro entre sí. La segunda, el lavado frecuente de manos con agua y
jabón o solución hidroalcohólica. Por último, extender el uso de
mascarillas cuando no sea siempre posible guardar la distancia de
seguridad.
El Gobierno ha cambiado su posición sobre la
necesidad de usar mascarillas después de que también lo hiciera el
Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) esta
semana. La agencia europea de salud pública, que inicialmente solo
consideraba el uso de mascarillas para que las personas con síntomas no
pudieran contagiar el virus, pasó a recomendarlo a toda la población al
constatar que pueden producirse contagios entre personas sin síntomas.
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