ALMERÍA.- Mi
nombre es José Antonio López Moreno tengo 43 años, comencé a trabajar
en Cosentino en enero del 94 con 18 años y hasta mi jubilación total por
enfermedad, mi puesto de trabajo lo desarrollé en la única línea de
producción del silestone que existía, donde
me encargaba del calibrado y del pulido. Mi herramienta de trabajo era
una máquina multidisco donde se cortaba solería y tableros de silestone,
mi enemigo silencioso y traicionero, el sílice que a punto estuvo de
llevarme a la tumba.
José
Antonio López Moreno, presidente de AEPSIS en Almería se muestra
nervioso al iniciar esta entrevista. La misma se la solicitamos por
varios motivos. El primero, saber un poco más de su asociación, el
segundo para conocer de primera mano el trabajo de alguien que trabajó
en la multinacional almeriense y el tercero al tener conocimiento de un
juicio que va a celebrarse el próximo martes en Almería contra él, tras
un recurso presentado por Cosentino.
-¿Recuerda cuando llegó a Cosentino?
Sí, entré con un contrato de practicas en noviembre de 1993 y se formalizó mi contrato como trabajador en enero de 1994.
-Hábleme de su trabajo.
Desde que empecé siempre estuve en el
mismo puesto, este estaba al final de la línea del silestone, en una
máqina multidisco donde se cortaba la solería y los tableros de
silestone y que era el lugar donde se llevaba a cabo el control de
calidad, es decir donde se comprobaba que el producto estaba perfecto y
donde se desechaba aquel que no estaba bien.
-De un tiempo a esta parte
desde su asociación se viene denunciando la falta de medidas de
seguridad, así como que la enfermedad detectada es consecuencia de la
falta de dichas medidas. Hábleme de ellas.
No había medida alguna. La vestimenta
que la empresa nos daba era un pantalón, una chaquetilla y una botas de
seguridad identicas a las que utilizan los albañiles en la obra. No
había mascarillas.
-¿Nunca utilizaron mascarillas?
Fue por el año 98 cuando al enterarnos
que había compañeros enfermos, empezamos a pedirlas pero no nos las
dieron. Las primeras que nos dieron recuerdo que fue en el año 2002,
cuatro años después y estas eran de papel.
-¿Padece usted silicosis?
-Sí.
-Cuénteme como supo que la padecía.
Comenzó a darme fiebre,
principalmente por las tardes. Así estuve cuatro o cinco meses. Todas
las tardes me tomaba un paracetamol y hasta fui catorce o quince veces
al servicio de urgencias de Huercal Overa.
-¿Dejó usted de trabajar?
No. Recuerdo que me hicieron varias
analíticas, una de ellas para saber si sufría de fiebres de malta. La
fiebre y el malestar fue en aumento hasta que un día sufrí un gran dolor
en el pecho y fui a Macael para que me vieran en la Mutua Universal. La médico que me vio me dijo que podía ser tuberculosis. De allí me
mandaron al hospital de Huercal Overa donde estuve ingresado 45 días
pues me aumentó la fiebre y hasta perdí la conciencia. Estuve nueve días
aislado. Tal era mi gravedad que aconsejaron a mi padre que comprara mi
ataud.
-¿ Lo compró?
Sí.
- ¿Qué dijo su empresa?
Nunca se pusieron en contacto conmigo, ni se preocuparon por mi estado.
-Supongo que fue entonces cuando le detectaron la enfermedad.
No, el diagnóstico con el que salí del hospital fue: "Fiebre alta moderada de origen desconocido".
-¿Qué hizo después, tras el alta médica ?
Me incorporé a mi puesto de trabajo
hasta que al tercer o cuarto mes volví a recaer y me llevaron de nuevo
al hospital donde me hicieron nuevas pruebas y entre estas un TAC y una
biopsia pulmonar en la que me detectaron partículas de sílice en los
pulmones y por consiguiente silicosis.
- ¿Y a partir de ahí...?
Me dieron la jubilación total, viendo
reducidos mis ingresos como viera reducida mi salud, pasando a percibir
el 55% de la base de cotización.
Le pregunto que cobra actualmente,
me lo dice pero me pide que no lo publique pues lo considera algo
personal. Así lo hacemos. Sin embargo la pregunta viene a colación de
algo que hemos conocido y es motivo también de esta entrevista. Es por
ello que le preguntamos:
-Hemos conocido que el próximo
martes tiene usted que presentarse en un juzgado de Almería, por un
tema relacionado con la que fuera su empresa.
Se sorprende y me pregunta como lo
sé, le contesto que conocerlo es nuestro trabajo. Se muestra reacio a
hablar del tema, insistimos y me aclara.
-A la empresa la penalizaron por falta de medidas de seguridad.
-¿Por qué y quién?
Fue tras tras un informe que hizo la
Inspección de Trabajo después de que un inspector de Trabajo confirmara
la falta de medidas de seguridad. Por tal motivo recibimos un incremento
del 30% sobre ese 55% que cobramos de acuerdo a nuestra base de
cotización.
- ¿Y eso que tiene que ver con el juicio promovido por Cosentino en el que se le cita a usted?
- Cosentino ha recurrido ese incremento
por lo que podría perder ese treinta por ciento. Un dinero que de no
percibir perjudica mi tratamiento, pues no olvidemos que debo acudir al
médico a menudo, gastar en desplazamientos y medicinas ya que soy un
inválido.
-Hábleme de AEPSIS-Almería, la asociación de la que usted es presidente.
La misma está legalmente constituida
desde noviembre del pasado año y la componen medio centenar de personas.
Tiene la sede en Arboleas (Almería) y se crea para asesorar y ser
vehículo de ayuda a los afectados de silicosis en esta provincia. Era
necesaria para dar a conocer nuestra problemática; tenga en cuenta que
en los últimos años han muerto 6 ó 7 personas y en estos momentos
tenemos constancia de que entre 35 y 40 personas están enfermos por
la silicosis en la comarca, cifra esta que día a día se van
incrementando. Tal es así que en este último mes se han detectado dos
casos más.
-Para terminar, ¿quiere decirle algo a los responsables de la empresa Cosentino?
Les diria que antes de hacer lo que el
próximo martes van a hacer se pongan en mi lugar, en el lugar de
los que han fallecido y en el de sus familias, en el lugar de los
afectados que han perdido su trabajo y ahora luchan por vivir.
Puestos en contacto con el
abogado de Jose Antonio Lopez Moreno nos aclara que "el próximo martes
en los Juzgados de Almería, se va a celebrar un juicio donde la empresa
Cosentino, S.A. ha solicitado la anulación de la sanción que le impuso
la Seguridad Social por carecer de medidas de seguridad en la fabrica".
Asímismo nos informa "que la Inspección de Trabajo determinó que la
enfermedad del trabajador tenía una relación de causalidad directa entre
el trabajo desempeñado en la fabrica y la falta de medida de seguridad
en su puesto de trabajo. Ante esto la empresa alega una supuesta
prescripción con el objeto retirarle el 30 % de su pensión".
Es importante aclarar que ese 30% supone un importe próximo a los 200 euros mensuales.
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