ARGEL.- Las elecciones parlamentarias celebradas este
jueves en Argelia se han desarrollado en unas condiciones que, a juicio
de los observadores internacionales, han sido "satisfactorias en
general", si bien a lo largo de la jornada se han producido "algunos
pequeños incidentes".
El jefe de la delegación de la Unión Europea, el
eurodiputado español José Ignacio Salafranca, ha asegurado en rueda de
prensa al cierre de los colegios que sólo se han producido incidentes
"muy limitados" que no enturbian el proceso en su totalidad.
"Entre el 85 y el 90 por ciento de los informes de los
observadores (de la UE) son satisfactorios", ha dicho Salafranca, cuyas
declaraciones recoge la agencia oficial de noticias APS. En este
sentido, no se tiene constancia de "ningún intento de fraude" y las
irregularidades se limitan básicamente a actos de campaña en las
inmediaciones de colegios electorales.
En este sentido, la Comisión Nacional para la Supervisión de las
Elecciones Legislativas (CNSEL) ha remitido a la Justicia diez denuncias
que contemplan supuestos delitos cometidos durante la votación, según
ha explicado el presidente de esta institución, Slimane Boudi.
Las denuncias van dirigidas contra militantes políticos que
estarían relaciones con presuntas irregularidades, entre ellas la
petición de voto pese al fin de la campaña. Boudi también ha coincidido
con Salafranca en que la votación se ha desarrollado "en buenas
condiciones", según informa el diario 'El Watan'.
Este jueves, más de 21 millones de argelinos estaban llamados a
las urnas para elegir a los próximos 462 diputados en la Asamblea
Popular Nacional. Hasta las cinco de la tarde, la tasa de participación
era del 34,5 por ciento, similar a la registrada en los comicios de 2007
al cierre de los centros de votación.
A la espera de los resultados oficiales, el secretario general del
Frente de Liberación Nacional (FLN), Abdelaziz Beljadem, ha dado por
segura la victoria de su partido. Sin revelar una cifra concreta,
Beljadem ha dicho a 'Tout sur l'Algerie' que la formación se ha hecho
"con el mayor número de escaños" en la Asamblea.
Votó menos de la mitad
En las elecciones de 2007, la participación fue sólo del 35,67%, un récord motivado por los numerosos casos de fraude desde la instauración del multipartidismo en el país en 1989.
Los colegios electorales cerraron a las 19.00 locales (18.00 GMT) en los dos tercios de los municipios y una hora más tarde en el resto (543 municipios), por decisión del propio Kablia.
Más de 21,5 millones de personas estaban convocados para elegir a 462 diputados en el marco de las reformas iniciadas por la presidencia argelina tras la primavera árabe.
Tras las manifestaciones y disturbios del año pasado, el presidente del país Abdelaziz Buteflika optó por impulsar reformas relativas a la prensa, las asociaciones, las mujeres o el voto, pero sin consultar a la oposición, que había salido a la calle para expresar su descontento ni a los sindicatos autónomos.
La oposición estimó que estos comicios eran un intento de intensificar el control de la población por parte del Estado, que les ofreció aumentos de salarios y más viviendas.
Votó menos de la mitad
La tasa de participación en las elecciones legislativas celebradas este jueves en Argelia, las primeras que se celebran en el país después de la primavera árabe, se situó en el 42,90%, anunció por la noche el ministro del Interior Daho Ould Kablia.
"La participación global -territorio nacional más la comunidad
nacional en el extranjero" es del 42,90%", dijo el ministro en
conferencia de prensa.En las elecciones de 2007, la participación fue sólo del 35,67%, un récord motivado por los numerosos casos de fraude desde la instauración del multipartidismo en el país en 1989.
Los colegios electorales cerraron a las 19.00 locales (18.00 GMT) en los dos tercios de los municipios y una hora más tarde en el resto (543 municipios), por decisión del propio Kablia.
Más de 21,5 millones de personas estaban convocados para elegir a 462 diputados en el marco de las reformas iniciadas por la presidencia argelina tras la primavera árabe.
Tras las manifestaciones y disturbios del año pasado, el presidente del país Abdelaziz Buteflika optó por impulsar reformas relativas a la prensa, las asociaciones, las mujeres o el voto, pero sin consultar a la oposición, que había salido a la calle para expresar su descontento ni a los sindicatos autónomos.
La oposición estimó que estos comicios eran un intento de intensificar el control de la población por parte del Estado, que les ofreció aumentos de salarios y más viviendas.
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