ALMERÍA.- La Plataforma Contra el Crematorio que se proyecta construir en la capital almeriense ha recogido a lo largo de este fin de semana, según sus propias estimaciones, alrededor de 2.000 firmas de ciudadanos que rechazan la edificación de dicha infraestructura "en el interior del casco urbano", a la vez que han anticipado su decisión de "no parar" en su empeño por "concienciar" a los vecinos del "peligro" que, a su juicio, conlleva dicha construcción.
El portavoz de la plataforma, Francisco Molina, se ha mostrado "asombrado" por la buena acogida que, en su opinión, está teniendo esa campaña de recogida de firmas, que les ha llevado a acumular, según ha destacado, unas 8.000 rúbricas desde su inicio. "Hay vecinos que, con sólo saber que el crematorio se va a construir en casco urbano, firman", ha señalado Molina, que, a tenor de esa actitud, ha valorado la "sensibilidad" que aprecia hacia esa reivindicación.
En esta línea, el portavoz de esta plataforma, que ha vuelto a reiterar que de lo que se está en contra no es de la cremación, ha anticipado la intención de su organización de intentar concienciar a la ciudadanía, "puerta por puerta si hace falta", del "peligro" que, en su opinión, representa el mencionado proyecto.
En esa pretensión se enmarcan las dos actividades de recogida de firmas que ha desarrollado la plataforma a lo largo de este fin de semana; primero, este sábado, en la Avenida del Mediterráneo de la capital almeriense, entre las 11,00 y las 13,00 horas, y después, este domingo, en el Paseo Marítimo de Almería, aproximadamente en la misma franja horaria.
Del mismo modo, Molina ha reconocido que "lo más complicado es canalizar hacia la Administración el descontento" que, explica, existe entre los vecinos hacia el proyecto del crematorio.
En este sentido, el representante de la Plataforma Contra el Crematorio se ha mostrado especialmente crítico con el Ayuntamiento de Almería, gobernado por el PP, un partido que, según ha afirmado, recogió firmas en 2006 "contra el crematorio que está construido a 200 metros del que se proyecta en estos momentos", algo que, según Molina, justificó el concejal de Consumo, Carlos Sánchez, como "cosas de la política".
Al hilo de ello, y respecto al informe elaborado por el Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Almería que se conoció este sábado y que rechaza que la cremación de cadáveres humanos sea "una fuente con un elevado potencial de generación de dioximas, metales y en general de contaminantes" a tenor de la información publicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Molina se ha preguntado "quién ha elaborado dicho estudio y en base a qué datos".
"El Ayuntamiento ha tenido que sacar otro informe porque el anterior se lo desmontó la Plataforma con argumentos", ha puntualizado su portavoz antes de criticar que el actual proyecto "no contempla el uso de filtros", y que, para introducirlos, "hay que modificarlo".
Por ello, Molina ha insistido en remarcar que, pese a que desde el Consistorio les han adelantado, según ha afirmado, que "el crematorio se va a construir, se pongan como se pongan los miembros de la plataforma", ellos van a "luchar hasta el final", pero "no para cerrar el crematorio, sino para que no se construya junto a la ciudad", ha puntualizado antes de precisar que en próximos días decidirán las nuevas actividades a desarrollar.
Por su parte, el mencionado informe elaborado por el Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Almería niega que se den índices de 200 microgramos por metro cúbico de mercurio durante el proceso de cremación, tal y como han criticado los vecinos. Así, apuntan a estudios realizados por la Asociación Nacional de Servicios Funerarios en los que se probaron cuatro hornos crematorios sin filtros que emitieron una media de 7,2550 microgramos de mercurio por metro cúbico.
Pese a todo esto, el Ayuntamiento afirma que la autorización de emisiones dada por la Junta de Andalucía para el crematorio el pasado 12 de julio contempla la "prevención, eliminación y control" de contaminantes, de forma que prohíbe la combustión de productos que podrían generar dioxinas y prevé la instalación de una chimenea de 13 metros de altura que "garantiza la adecuada dispersión de los gases de escape". Asimismo, observa un control inicial del proceso y un control periódico por parte de una entidad colaboradora de la Consejería de Medio Ambiente.
Otro de los asuntos cuestionados por los vecinos es una posible proliferación en el barrio de isótopos radioactivos de personas fallecidas con cáncer procedentes de tratamientos con quimioterapia. Ante esto, el informe afirma que "se cumplirá estrictamente con la normativa en vigor" de forma que el Ayuntamiento entiende que "es a través del cumplimiento de la normativa cómo se garantiza la calidad del aire y la protección del ciudadano".
Igualmente, el informe detalla que se retirarán los marcapasos que puedan poseer algunos cuerpos puesto que, entre otras cuestiones, pueden dañar la instalación. Por su parte, los féretros de personas fallecidas por enfermedad infecciosa que hayan sido sellados no supondrán algún tipo de contaminación por plomo, ya que para este sellado "desde hace más de 20 años el sector funerario solo viene utilizando zinc". En cualquier caso, apunta que en España el féretro especial de traslados --de zinc-- no se incinera, sino que se extrae antes de la cremación.
Los integrantes de la Plataforma han advertido también que la emisión de contaminantes puede afectar hasta un radio de dos kilómetros, si bien ante esto el Ayuntamiento señala que según el estudio de dispersión de contaminantes a la atmósfera de las instalaciones de horno crematorio de Almería realizado por Marsan en abril de este mismo año indica que a partir de un radio de 100 metros respecto al foco o chimenea, la concentración de contaminantes "disminuye de forma exponencial".
Además, el Consistorio añade que conforme a los datos meteorológicos de la zona obtenidos de la estación del Aeropuerto de Almería, "los vientos predominantes son los de componente Norte, Este y Suroeste, que alejaría los hipotéticos humos de los barrios más cercanos, especialmente el de Torrecárdenas". Con esto, manifiesta también el informe que "la altura de la chimenea, la dirección del viento y las distancias a viviendas (...) aseguran que la afección de los contaminantes a la calidad del aire del entorno será despreciable".
En cuanto a las "dudas" de los vecinos sobre la aplicación de filtros al sistema de depuración del crematorio, el Ayuntamiento reconoce que éstos son "caros" si bien afirma que el grupo ASV Servicios Funerarios "es una empresa seria y solvente", de manera que la propia autorización de la Junta "contempla la posibilidad de inspecciones periódicas para comprobar las condiciones de funcionamiento".
Otros datos recogidos en el documento explican que el número previsto de cremaciones anuales es de 250 al año, lo que supone menos de una cremación diaria de media de 65 a 85 minutos de actividad. Así, afirma que los gases serán incoloros e inodoros, y que la ubicación del crematorio estará en la parte "más alejada" del barrio de Torrecárdenas y del de Piedras Redondas y Los Almendricos. Igualmente, el foco o chimenea se ubicará en la zona "más occidental" de la edificación.
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