SEVILLA.- El pasado año 2010 ha sido "el primer año después de 15 consecutivos en que Andalucía no ha convergido sino que diverge en relación con la media española y con Europa", según ha resaltado el presidente del Consejo Económico y Social de Andalucía (CES-A), Joaquín Galán, que este jueves ha hecho entrega al presidente de la Junta, José Antonio Griñán, del Informe sobre la Situación Socioeconómica 2010.
En dicho informe, el CES-A ha indicado que la economía andaluza se redujo un 0,6 por ciento en 2010, una contracción "menos intensa según avanzó el año, hasta alcanzar una variación positiva en el último trimestre".
Este informe, fruto del debate de los interlocutores sociales y económicos representados en el CES-A, ofrece un análisis coyuntural sobre la evolución de la Comunidad a lo largo del pasado año, que abarca las diferentes variables socioeconómicas y las relaciona con sus principales contextos de referencia.
Galán, quien ha reconocido que este año se ha retrasado algunos días la presentación de dicho informe sobre años anteriores por la dificultad de sacarlo en formato papel y teniendo en cuenta las posibilidades presupuestarias, ha apuntado que es "muy difícil" hacer pronósticos para 2011, teniendo en cuenta la "espada de Damocles de Grecia sobre qué va a suceder en los próximos días".
"No quiero hacer pronósticos sobre cuándo podremos levantar cabeza, pero es urgente la recuperación económica y generar empleo neto", ha aseverado el presidente del CES-A.
El informe sitúa a la economía andaluza en un contexto mundial en el que se aprecian los primeros indicios de una recuperación "espoleada por las economías emergentes y en desarrollo", como Japón, China, Corea o países latinoamericanos y África, frente a un crecimiento "más moderado" de las economías desarrolladas, como Estados Unidos (2,9 por ciento en media anual) y la Unión Europea (1,8 por ciento de crecimiento del PIB europeo).
Galán, que ha reconocido que Europa "registra más dificultades para llegar a la senda de la recuperación", ha explicado que en el caso de la Eurozona, el informe hace referencia a un crecimiento a dos velocidades, liderado por Alemania y los países del norte de Europa, que se recuperan con mayor facilidad, frente a las caídas de economías como las del sur de Europa, como las de España (que decrece un -0,1 por ciento), Irlanda y Grecia.
En ese sentido, ha indicado en la línea de contracción de la economía española, el PIB andaluz se redujo un 0,6 por ciento, cinco décimas más que la media nacional, de forma que 2010 "ha sido el primer año, después de 15 años consecutivos, en que Andalucía no converge sino que diverge en relación con la media española y con Europa".
Galán ha indicado que en 2009, "año de crisis total, la economía se contrajo un 3,5 por ciento en Andalucía y en España un 3,6 por ciento, por lo que nos comportamos un poco mejor que la media española, pero en 2010 no ha sido así".
No obstante, esta disminución del pasado año "se hizo más tenue a medida que avanzaba el año, hasta llegar a una variación positiva en el último trimestre del año, basada en la demanda externa y la leve mejora de los niveles de consumo final de los hogares".
De hecho, la vertiente externa de la economía andaluza experimentó una evolución propicia en 2010 y Andalucía se situó como "una de las comunidades autónomas más dinámicas, con un aumento de la tasa de apertura exterior". También se incrementaron los flujos de capital exterior hasta los 1.140 millones de euros, frente a los 306 millones de 2009, y el flujo de capital hacia el exterior creció un 98,2 por ciento, lo que muestra "el proceso de internacionalización de las empresas y la búsqueda de nuevos mercados".
Por sectores, a excepción de los servicios, cuyo PIB aumentó un 0,4 por ciento, el resto de actividades productivas registraron caídas en su producción (sector primario, -0,9 por ciento; y actividad industrial, caída del -2,6 por ciento), especialmente, la construcción y los servicios inmobiliarios, que presentaron un descenso del -6,5 por ciento.
Esta rebaja en la producción tuvo su reflejo en el descenso del número de empresas, 11.493 menos en 2010, aunque estas siguieron manteniendo la misma distribución sectorial, con predominio de los servicios, y las características de años anteriores, con un elevado grado de atomización empresarial y un 95,6 por ciento de microempresas.
Asimismo, el mercado de trabajo se vio afectado de manera significativa por la crisis, con el incremento de las personas paradas, motivado por el descenso de la ocupación y un aumento de la población activa del 0,2 por ciento. La reducción de la tasa de ocupación, aunque de manera más moderada que el año anterior, se situó en el 42,3 por ciento, y el desempleo aumentó un 11,9 por ciento.
Al igual que la ocupación, el paro creció "con menor intensidad que en 2009", y afectó de manera más acusada a quienes buscaban su primer empleo y a parados de larga duración, así como a la población con menor nivel de formación y estudios. El aumento del paro registró, según ha indicado Galán, una mayor intensidad en los servicios y la construccion y menor intensidad en la agricultura, donde se registró un aumento del número de activos. Galán ha precisado que el pasado año se produjo "un trasvase de mano de obra del sector construcción o servicios a la agricultura, de forma que hay más activos en la agricultura".
En cuanto a la población, Andalucía mantuvo en 2010 los mismos rasgos que años anteriores, esto es, mayores tasas de natalidad, población más joven, menor envejecimiento y crecimiento demográfico más elevado, de manera que el número de habitantes aumentó un 0,82 por ciento, si bien el saldo migratorio perdió peso respecto a ejercicios pasados.
De esta forma se ha registrado 68.300 personas más que en 2009, de los que el 44 por ciento corresponde al crecimiento vegetativo --diferencia entre nacimientos y defunciones--, y el resto, el 56 por ciento, es consecuencia del incremento de la inmigración.
Respecto al capítulo de investigación, desarrollo e innovación en Andalucía, el informe del CES-A destacó el incremento del gasto interno en actividades de I+D+i, en una proporción superior a la del conjunto de España, y el aumento notable del número de personas dedicadas a I+D. También se observó un mayor grado de penetración de la Sociedad de la Información y el Conocimiento en indicadores como el uso de las TIC por parte del 90 por ciento de las empresas.
En relación con las políticas y factores de bienestar social, se registraron datos "bastante positivos", se incrementaron un 1,8 por ciento los recursos presupuestarios dedicados a la educación y mejoraron algunos indicadores del ámbito sanitario debido a la utilización más eficaz y eficiente de los recursos, como la reducción del gasto farmacéutico, aumento de hospitales y mejora de la investigación. Galán ha resaltado el aumento del número de centros educativos y del número de estudiantes, así como del número de docentes.
Por el contrario, en materia de vivienda "no se apreciaron indicios de avance", y se registró "un descenso de la actividad inmobiliaria, aumento del número de embargos, del número de ejecuciones hipotecarias, lo que produce un descenso en el valor de las viviendas residenciales libres, mientras que los precios en la VPO subieron".
Ha agregado que los recursos destinados a la política cultural y de deportes se contrajeron, aunque aumentó el número de licencias federativas y los buenos resultados de los atletas andaluces. En cuanto a los problemas medioambientales, estos pasaron a un segundo plano desplazados por otras preocupaciones, como el paro y la situación económica y política; y la política de protección social vio incrementados un 11,8 por ciento sus recursos presupuestarios.
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