JAÉN.- Las organizaciones agrarias COAG y UPA en Jaén, principal productora de aceite de oliva, han pedido a la Junta de Andalucía "acciones contundentes" para perseguir el "fraude" en el sector relacionado con irregularidades en el etiquetado del producto.
Así lo han solicitado tras conocer una información donde se apunta que los laboratorios de la Consejería de Agricultura han encontrado irregularidades en el etiquetado de 14 de las 25 muestras analizadas en Jaén por vender como aceite de oliva virgen extra un aceite de menor valor. En diez casos, el aceite que se distribuía era virgen y en otros cuatro se trataba de un aceite de peor calidad.
Para el secretario general de COAG-Jaén, Rafael Civantos, se trata de un "fraude generalizado" ante el que la Administración "no puede permanecer impasible" para "ir más allá" de las posibles sanciones, con una legislación diferente a la que actualmente existe para estas cuestiones, y "ser contundente", ya que es un asunto que "perjudica gravemente a miles de olivareros". "Ya no son suposiciones de las organizaciones, sino que lo ha denunciado la propia dirección de Consumo de la Junta", ha apostillado.
En la misma línea se ha pronunciado el secretario de Agricultura, Promoción y Mercados de UPA-Jaén, Luis Miguel Martínez, quien ha recordado que fue esta organización la que "dio un primer paso" al realizar análisis y denunciar "publicidad engañosa y un posible fraude al consumidor" por parte de Carrefour al supuestamente vender como aceite de oliva virgen extra uno que no lo era.
A su juicio, estamos ante una "situación que provocan las grandes superficies sólo para rebajar el precio y utilizar el aceite de oliva como gancho", algo que la Administración "debe perseguir" para que lo que se venda sea realmente lo que se ofrece.
Por su parte, el gerente y portavoz de Asaja-Jaén, Luis Carlos Valero, ha indicado que la información "es preocupante, pero no excesivamente alarmante". En este sentido, ha destacado la necesidad de ser cautelosos, teniendo en cuenta que los datos aún no son definitivos y habrá que ver al final de la inspección si se cierran o no expedientes contra las empresas.
Asimismo, ha apuntado que en el caso del virgen extra al virgen hay que comprobar también si se ha producido un deterioro de la calidad por un mala conservación, algo que "puede pasar", de modo que haya una variación entre el momento de su envasado y el actual. De ser así, los otros casos de inferior calidad "se corresponderían con la media" de los últimos años, según ha dicho al tiempo que ha abogado por "no crear alarma" entre los ciudadanos, algo en lo que también han coincidido Civantos y Martínez.
Al respecto, además, todos han hecho hincapié en que, en cualquier caso, el producto sigue siendo aceite de oliva, si bien de una calidad distinta a la que aparece en su etiquetado. Por ello, el secretario de COAG-Jaén ha instado al Gobierno andaluz a "hacer públicas las marcas que están defraudando" para que el consumidor las conozca. "Quizás esta sea la mejor medida", ha apostillado.
¿Por qué además de perseguir el fraude no se informa a los consumidores de quiénes son las empresas implicadas?. Ante la falta de información en ese sentido, el consumidor puede dejar de comprar aceite de oliva que proceda de Andalucía.
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