Juan Carlos Usero, candidato socialista a la alcaldía de Almería, actual presidente de la Diputación provincial y el coordinador de la campaña del PSOE en Almería, Rafael Guijarro, cuentan que salieron escandalizados la pasada semana tras un encuentro gastronómico con un tercer comensal celebrado en un reservado de un restaurante de Almería.
El invitado no era otro que el ex secretario provincial y ex consejero Martín Soler, al que habían convocado a un encuentro para perfilar las lineas de actuación que deberá afrontar la agrupación de aquí a mayo, fecha de las elecciones municipales.
Según aseguran fuentes que dicen conocer de primera mano el contenido de lo que allí se habló, tras una breve exposición sobre la situación, vista por el candidato Usero, en la que destacó el clima de cierta paz alcanzado tras el ultimo Comité Director del PSOE-A, apeló al entendimiento y a la unión de todos.
Cual no fue la sorpresa de Usero y Guijarro cuando hizo uso de la palabra Soler y comenzó a exponer su punto de vista sobre el momento de la organización socialista en Almería. Por supuesto les dejó claro que la lista de Almería debería ser sometida a la consideración del Secretario General Diego Asensio para su aprobación y que en caso de no producirse “la lista la tumbará la ejecutiva provincial”.
Para Martín Soler- aseguran esas fuentes- antes que hablar de futuro había que echar un vistazo al pasado más inmediato, en concreto a “una libreta” que dijo poseer donde tiene anotados los nombres de todos aquellos que han estado tibios a la hora de defenderle, o aquellos que directamente han ido a hacerle daño y a cargárselo.
La lista, según dicen que confesó Martín Soler, la encabeza Pepe Griñán, Juan Antonio Segura Vizcaíno y la cierra Luis Caparrós, el ex delegado de Obras Públicas que el día 31 de agosto realizó unas declaraciones públicas denunciando, por vez primera desde dentro del PSOE, el entramado de poder unipersonal del ex consejero, conocido en el argot del partido como “martinismo”.
Soler se deshizo en argumentaciones en contra de una serie de personas que él considera le han intentado buscar su ruina política, puteándole, injuriándole en privado e investigando su vida.. La lista de nombres parece que es larga y de la selecta nomenclatura socialista solo salvó un nombre: el del Secretario de Estado Gaspar Zarrías. El único, les dijo Martín Soler, que le ha llamado y le ha dado aliento y ánimo en los momentos tan duros vividos tras rechazar en abril la oferta del presidente para ser consejero de Medio Ambiente.
Los comensales Usero y Guijarro tuvieron que alucinar en colores al comprobar como un encuentro, convocado en un supuesto clima de unidad y entendimiento, se había convertido en un volcán en erupción donde no quedó títere con cabeza. Soler llegó a alcanzar el clímax de su arenga vengativa al referirse a la Secretaria de Organización Susana Díaz de la que al parecer dijo que le tenía que “pegar una patada en el coño, que va a salir por la puerta de atrás de San Vicente”.
Ni que decir tiene que el candidato y el coordinador de la campaña salieron de aquel encuentro con Soler coincidiendo en que les resultaba absolutamente desconocido el nuevo Martín que acababan de conocer.
Paralelamente y casi al mismo tiempo, en Madrid, Manuel Chaves llamaba a la Secretaria de Estado para la Función Pública , la almeriense Consuelo Rumí, a la que ratificaba en el cargo y la tranquilizaba sobre la confianza política en ella depositada.
Como se recordará Griñán vetó recientemente, según fuentes del partido, el nombramiento de Soler para ese puesto de su vieja enemiga Rumí. De la misma forma que a finales de septiembre, el presidente de la Junta, aseguran que bloqueó otro nombramiento buscado por Soler, el de presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
(*) Periodista
La ruina política del Sr. Soler se la ha buscado él solito, creándose enemigos dentro de su propio partido. Él debe saber que no se puede utilizar a las personas que valen igual o más que él, usarlas en su exclusivo beneficio y dejarlas tiradas después, como si no hubiese pasado nada. ¿Acaso Martín Soler se siente más honesto y honrado, como persona y como político, porque así lo dijera su padrino Manuel Chaves? ¿No sería más coherente que Manuel Chaves dedicara esos calificativos a Rafael Velasco, que ha tenido la valentía de dimitir de todos sus cargos para no manchar la imagen del PSOE y de la Junta, ni perjudicar a su mujer y al hijo que espera?
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