Ha dejado de ser infrecuente que el secretario general del PSOE de Almería, Diego Asensio, reciba llamadas de Pepegriñán, el secretario general andaluz.
Al menos eso es lo que está transmitiendo a sus más próximos, que justifican así el desaforado optimismo con el que afronta la recta -no exenta de baches- hasta las elecciones municipales de mayo de 2011.
Tanto han cambiado las cosas en el seno del PSOE almeriense desde ese punto de inflexión que fue el Día de la Rosa, al que algunos advertían que no llegaría Asensio, que la desaparición del mapa político de Rafael Velasco registrará un escrito de solidaridad suscrito por la Ejecutiva provincial.
A ver, se trata de aprovechar la ocasión para darle un par de bofetadas al PP, por que no cabe olvidar que fue Velasco quién se encargó hasta en tres ocasiones de enmendarle la plana en público al que hoy es el candidato a la alcaldía de la capital por el PSOE, Juan Carlos Usero, quien actuó a impulsos del propio Asensio (¿y Martín Soler?).
Recordamos los primeros momentos de la Operación Poniente, y que tras afirmar en Almería que el pacto con el PAL en la Diputación se mantenía puesto que los dos diputados no estaban implicados, Velasco dijo desde Sevilla que de eso nada. Luego volvió a pasar cuando Usero defendió que los asesores del PAL adscritos a Presidencia seguirían contratados, y Velasco dijo desde Sevilla que de eso nada.
Posteriormente Usero contrató a cuatro asesores del PAL, y los tuvo que echar dos días después porque Velasco dijo desde Sevilla que a la calle con ellos.
Teniendo en cuenta que la dimisión de Velasco viene propiciada por unas informaciones del diario El Mundo Andalucía, en las que la fuente oculta que las filtra es socialista, es decir, que se trata de "fuego amigo", y que se trataba del número dos del PSOE andaluz, de la persona de máxima confianza de Pepegriñán, es fácil comprender que de un tiempo a esta parte, Asensio sea objeto de llamadas telefónicas por parte de quien también es presidente del Gobierno andaluz por designación real (vamos, que realmente fue designado por Manuel Chaves a título de sucesor).
En el cronograma -joder, que palabro- socialista hay que fijar la atención en un hecho no menor, y es que tras las elecciones municipales llega el congreso regional (mal término, ya que Andalucía no es una región, según aprobó el PSOE en el Estatuto) en el que Griñán opta a la reelección, y para lograrlo necesitará todos los apoyos posibles, necesitará calmar y tranquilizar unos ánimos bastante poco templados.
Dicho de otro modo, Griñán necesitará de Asensio antes que Asensio de Griñán, y una vez probada la buena disponibilidad del secretario general de Almería a doblegarse a lo que se le ordene, no hay motivos para que no sea el hilo directo con Sevilla.
Martín Soler por su parte, se venía resistiendo a irse a Madrid en un puesto bien calentito que le había buscado Chaves, por que no quería dejar Almería al albur de su amigo Diego, y que ésta acabara rindiendo sus naves como está haciendo. Pero ahora, con el cambio de Gobierno hecho por Zapatero, todo puede pasar, igual se va que no, igual lo llaman y no quiere, que igual quiere y no lo llaman. Veremos.
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