No llega a 300 kilómetros la distancia real que existe entre Alicante y Almería. Pero en un sitio el PP dice una cosa y en el otro la contraria. La reactivación de la Operación Brugal, en la que ha resultado detenido e imputado el presidente de la Diputación alicantina, varios concejales de Orihuela (todos del PP) y renombrados empresarios levantinos, (vaya, del sector basuras) ha venido a colocar en incómoda posición al PP de Almería y más exactamente al PP de Andalucía y a su líder Javier Arenas.
La reacción de los populares desde Génova 13 ha sido de manual, intentando convertir el "caso Ripoll" una vez más en el "caso Rubalcaba". Y casi lo consiguen, entre otras razones porque en esta operación hay cosas que están muy poco claras, como por ejemplo esa supuesta llamada de Rubalcaba la noche antes a Rajoy anunciándole que van a detener al día siguiente al presidente de su partido en Alicante. (Casi como hizo Diego Asensio con Pepe Alemán, pero cuatro meses antes) O la respuesta que dicen que le dio Rajoy al Ministro del Interior:
-Ya lo sé, me lo ha contado Cotino. (Miembro del gobierno de Camps y ex director general de la Policía)
Para acabar de redondear el surrealismo que rodea esta operación de Anticorrupción, participa en el espectáculo un Tribunal Superior de la comunidad, como miembro activo de una ceremonia de enorme confusión a través de una incompresible nota que en vez de informar, desinforma. Por no hablar de un juez instructor que dice no saber nada ayer, pero que hoy mantuvo en su presencia cuatro horas “cantando” al presidente de la Diputación, dejándole en libertad con cargos y rechazando la petición de ¡medio millón de euros! de fianza que solicitaba el Fiscal.
El PP no ha pedido en Alicante que dimita del cargo de presidente el Sr Ripoll cuyas declaraciones, tras comparecer ante el juez, recuerdan mucho a las de Juan Enciso. Saben que les imputan delitos, y graves, pero no conocen con detalle qué hechos en concreto, qué pruebas obran en poder de la Justicia que les acusa.
Ripoll y Enciso, cada uno en lo suyo, también han transmitido ayer una misma sensación, la de no cuestionar la labor de la Justicia, algo que sí hacen quienes rodean a ambos imputados. (Ayer Enciso, le exigió a una periodista que "respetase su presunción de inocencia" tras preguntarle esta por su vinculación, segun la Justicia, con las subcontratas de Elsur).
Enciso y Ripoll, a escasos 300 kilómetros de distancia, políticamente hablando, son la misma situación, le guste o no al PP. Y si en El Ejido están exigiendo desde hace tiempo la dimisión del alcalde, tiempo está tardando Javier Arenas en sumarse a la coherencia y pronunciarse en el mismo sentido con el de Alicante.
(*) Periodista y director regional de Onda Cero en Andalucía
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