Entre el listado de los asuntos que semanalmente se abordan en el Consejo de Gobierno, ha pasado casi desapercibida una decisión que tiene gran calado político para los socialistas en estos momentos. La escueta nota, contiene una clave interna y está colgada en la Web de la Oficina del Portavoz desde el pasado día 26 de abril :
-“El Consejo de Gobierno ha aprobado una modificación del Decreto 512/1996 que regula las delegaciones del Gobierno de la Junta de Andalucía. De acuerdo con este cambio, el nombramiento de los delegados se hará por decreto del Consejo de Gobierno a propuesta conjunta de los titulares de las consejerías de la Presidencia y de Gobernación. Hasta ahora, estas designaciones eran propuestas por el consejero de Gobernación”.
Efectivamente, Luis Pizarro, el hasta hace poco poderoso Consejero de Gobernación como segundo de Manuel Chaves, deberá consensuar con la número dos del actual gobierno, Mar Moreno, los nombramientos de quienes representen de ahora en adelante el gobierno de la Junta en las ocho capitales de provincia, más la Sub delegación del Campo de Gibraltar.
La decisión, profunda y parece que nada fácil para el griñanismo, supone vista desde la barrera, la pérdida de una cuota muy importante de poder de la antigua “mayoría”, liderada por Pizarro dentro de la estructura de gobierno implantada hace dos décadas en el socialismo andaluz. Acatada disciplinariamente la decisión de perder una estrella en los galones de coronel, políticamente abatido, Luis Pizarro da la imagen de un político en retirada. Pero Luispi nunca será un problema para Griñán, más exactamente para el partido por el que tanto ha peleado en su vida. Para el nuevo líder socialista Griñán, las peores amenazas parten de los más significados pizarristas, - excepto Antonio Fernández, “que se ha portado como un caballero” dicen que ha dicho el presidente- sino de los que un día diseñaron una hoja de ruta distinta a la redactada por Griñán y Zapatero, con las inspiraciones previas del tándem Gaspar Zarrías/ Pepe Blanco. Tras las reacciones del pizarrismo, residual aunque activo en varias provincias, se entienden mucho mejor unas enigmáticas e inesperadas declaraciones esta mañana del ex numero dos socialista. Ha dicho Pizarro que “el PSOE-A está en buenas manos”, se refiere a las de Griñan, claro, “al margen de las anécdotas del día a día” concluyó, todo ello parece que en un intento de desdramatizar la tensión que se evidencia hablando con unos y con otros. Pero esa declaración, en estos momentos, también adquiere la categoría de mensaje urbi e orbe a quienes disparan contra su propio general de tres estrellas y dos bastones. Pizarro, implícitamente, parece que está diciendo que la guerra ha terminado y que con él no cuenten.
La decisión de quitarle a Luis Pizarro la responsabilidad exclusiva de proponer el candidato o candidata para ocupar una Delegación del Gobierno, es también un mensaje que Griñan lanza al orbe socialista. Cada día que pasa, cada consejo que preside, el presidente sigue encajando las piezas de un puzzle que, ahora, muchos ya empiezan a comprender en toda su dimensión. Su punto débil, la falta de práctica en manejar un aparato, lo acaba de resolver modificando un decreto con catorce años años de antigüedad, cuando nadie discutía que el claro sucesor de Chaves era el entonces consejero de Gobernación Alfonso Perales. Su triste e inesperada desaparición propició tiempo después una lucha interna sin cuartel por la sucesión, entre dos bandos bien definidos, cuyas cabezas visibles fueron Pizarro y Zarrías. Y, por lo que se está viendo, parece que finalmente ha ganando la partida quienes todos creían que era un triste perdedor y que hace solo un año deambulaba “como un zombi por las calles de Madrid”.
Nota 1:
La figura de Corpas, estrechamente ligada a Martín Soler, según las conversaciones de la Operación Poniente queda en evidencia, como un títere político, manejado por los miembros del clan del Poniente, en prisión desde hace más de medio año-
Nota 2:
La defensa de Juan Enciso se ha sumado a las voces políticas del PAL, su partido, que intentan sembrar la duda sobre la motivación de las actuaciones de jueces, fiscales, policías e inspectores tributarios, participantes todos ellos en el caso Poniente. El letrado ha pronunciado una frase que ha merecido titular a toda página en La Voz de Almería: “La instrucción del Caso Poniente parece estar cogida con pinzas”. La frase, pronunciada por un veterano profesional de la abogacía, cuando aún permanecen bajo secreto miles de folios del sumario, con sus periciales, sus testigos “protegidos” o sus piezas separadas, puede parecer cuanto menos temeraria. Aunque de ser cierto, debería darle una inmensa alegría ya que podrá declarar nulas las actuaciones, las pinzas e incluso pedir el procesamiento de los funcionarios judiciales como presuntos infractores de la Ley contra su cliente y amigo Juan Enciso.
Pero sorprenden aún más sus afirmaciones cuando se sabe de él que es un hombre que, dada su experiencia y prestigio, conoce y se maneja muy bien entre los denominados “operadores jurídicos y judiciales”, que tiene gran habilidad y buen trato con los funcionarios en los juzgados, que conoce a todo el mundo y, por tanto, a los intervinientes en esta investigación. ¿De verdad cree Paco Torres que la juez, el fiscal y los tres magistrados de Sala que han intervenido sobre la situación de su defendido, a los que tan bien conoce, son capaces de someterse a una hoja de ruta política y pinchar los teléfonos para ver de qué acusaban a Juan Enciso?. ¿Está de broma Paco Torres? Conociéndole solo de un interesante almuerzo en Almería, creo que está jugando de farol, en legitima defensa, pero de farol. De ahí que algunos afectados hablen de la venialidad de quien tiene la obligación de defender a un encausado, aunque juegue de farol o quizás metiendo prisas para que se equivoquen con las pinzas. De todas formas Torres no desaprovecha la extensa entrevista para deslizar esta frase, creo que pensando más en el futuro que en el presente: “Salvo que quede algo muy gordo no hay motivos de condena”.
Y para concluir, otra frase, tres palabras, sobre la operación Poniente pronunciada por el Fiscal Superior de Andalucía, Jesús García Calderón, en un desayuno ayer con la redacción de El Mundo de Andalucía. Para el jefe de los fiscales de Andalucía, el Caso Poniente tan solo “acaba de empezar”.
(*) Periodista y director regional en Andalucía de 'Onda Cero'
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