Me había acercado hasta el personaje, otro desconocido para mí, Trino Tortosa, al que localicé días antes para preguntarle por la supuesta venta de dos áticos a un político almeriense, que resultó ser falsa. (Almería es un hervidero de inquietantes rumores desde hace meses y no imaginan con qué nivel de truculencia y mala baba) Trino Tortosa, no vendía pisos, vende cuadros y de los buenos en sus galerias, como goyas, picassos, miróses, romerodetorres, etc. Una anécdota: La noche de la copa oficial del partido en la caseta del PSOE, en la feria de la Virgen del Mar, llevaba bajo el brazo un magnífico catálogo de pintores españoles buscando, con su humor ácido, a "socialistas con dinero" entre los presentes para colocarles algún Goya o un Fortuny. Un tipo a ratos genial, sabio de los de la Universidad de la vida y de la calle, socialista no afiliado y casi siempre excepcional apoyando las causas justas, como llevarles la fruta y la verdura a la residencia de ancianos de la Fundación Fray Leopoldo de Granada durante todo el año. No sé si Trino coincidió con Manolo Vázquez Montalbán en su etapa de policia emigrante en Barcelona, pero no me sorprendería nada al comprobar que tiene muchas cosas en común con “Pepe Carvallo”, especialmente en lo referido a los gustos culinarios y el conocimiento de la gastronomía.
En efecto, dentro del laberinto político almeriense, fui de los que siempre situé a Caparrós como uno de los brazos ejecutores del martinismo, nada más y nada menos que controlando los resortes legales del urbanismo, especialmente en la Almería más bella y salvaje. La zona más amenazada por otra parte, el entorno natural de la costa del Levante, la comarca reducto del socialismo en aquella provincia, en tanto que la derecha controla el Poniente y comarcas del Interior, avanzando electoramente desde Níjar.
De forma especial a Luis Caparrós se le siguió periodísticamente en toda la tramitación del PGOU de El Ejido, a ver si le daban los socialistas a su socio Juan Enciso y el PAL todo lo que pedían y resultó que no se lo dieron. Raro, raro pareció todo aquello, pero los tambores de la OP redoblaban en el silencio soterrado de la lejanía y llegamos a pensar que el miedo guardaba el parral.
Hace medio año pude escuchar un primer perfil cercano y humano de Luis Caparrós a través de una mujer que, no siendo del partido, le mostraba respeto, pero sobre todo afecto, cariño y gratitud, algo que me sorprendió viniendo de quien venía. Se trataba de Eva María Cano, ex viceconsejera de Soler en Agricultura, una de las “víctimas” más conocidas del ex consejero entre las mujeres del partido en Sevilla, al saberse como la fichó y por dejarla en el paro, sola en la capital, lejos de Almería, con un hijo pequeño de cinco años, nada más ser nombrado titular de la Consejería de Innovación. Aquella fue la primer persona a la que oí hablar bien del “tal Caparrós”. “Es una buena persona, un buen hombre y creo que honrado” llegó a decir con convicción quien había sufrido sociológicamente durante un año, y lo decía de uno de los considerados entonces peones del martinismo.
Pero estaba lo de Zurgena, su conversación grabada por la Guardia Civil con el empresario Tomas Zurano, ex asesor de urbanismo de la dirección socialista provincial de Martín Soler y con el que Caparrós parecía muy complaciente y dispuesto a arreglarle lo suyo. Ese iba a ser un cadáver de su armario que se levantaría en el momento más inoportuno, ( aunque oportuno para “alguien”) recién llegada la primavera de este año cuando fue cesado, convirtiéndose en la primera cabeza de delegado que caía, señal sevillana inequívoca de que comenzaba la era post martiniana y que la limpia iba en serio.
En la primera conversación con Caparrós en Granada, que fue off the record, quedé vivamente impresionado ante una nueva visión que se presentaba de la gente del PSOE almeriense. Especialmente de muchos de sus alcaldes de la provincia, alguno de los cuales he conocido también en estos días. Por fin confirmaba lo que intuía hacía tiempo, que había en las bases, entre concejales y alcaldes socialistas, algo más, mucho más que un secretario general decorado con Armani y participando en ágapes madrileños – Serrano 31- a 600 euros la botella del mejor caldo.
Pasó una semana desde el primer encuentro con el ex delegado de obras Públicas y ex alcalde de Purchena y pese a una primera impresión positiva, tuve mis reservas respecto a que fuese capaz de mantener públicamente Caparrós parte, solo una parte, de lo que me había contado en el of the record granadino con Trino y su acompañante – “L. Salander”- como testigos.
Podría tratarse del típico desahogo puntual de alguien que contaba, angustiado, cuanto había sufrido, él, sus hijos y Pepa, su mujer, tras verse cesado en medio de una nebulosa grasienta que algunos alimentamos desde el error y otros desde la maldad política y la traición personal como se denunciaría después.
Y es cuando el pasado viernes, gracias nuevamente a los buenos oficios del “Carvallo” galerista para ricos, nos citamos con Caparrós en su casa de Retamar, bajo un enorme pino y con el canto de los pájaros al fondo. Fue cuando le planteé directamente si estaba dispuesto a imitar a los jilgueros, o sea, cantar y someterse a una entrevista sobre la marcha cuyas preguntas tuve que improvisar. Ni un par de segundo tardó en responder.
-Pregunta lo que quieras, no tengo nada que ocultar y mucho que contar.
(*) Periodista y director regional de 'Onda Cero' en Andalucía
Alguien saba por qué ficho Martín Soler a Eva María Cano?
ResponderEliminar