RABAT.- El Ministerio de Comunicación marroquí ha acusado este lunes a los dos periodistas españoles que fueron agredidos el viernes pasado durante una audiciencia judicial a activistas saharauis de "violación flagrante" de la legislación marroquí por no haber cumplido con los procedimientos en vigor en el país y ha recordado a la prensa extranjera acreditada que debe atenerse a las normas jurídicas de Marruecos.
En un comunicado recogido por la agencia oficial MAP, el Ministerio reprocha a los dos periodistas de haber violado a sabiendas los procedimientos jurídicos y administrativos en vigor en Marruecos.
En el caso del periodista de la cadena Ser Eduardo Marín, subraya que "no dispone de acreditación legal para ejercer su profesión en Marruecos", mientras que el corresponsal de TVE Antonio Parreño "no tenía la autorización para grabar que normalmente entrega el Centro Cinematográfico marroquí a las cadenas extranjeras, por autorización escrita del ministro de Comunicación".
En opinión del Ministerio, el caso "denota una violación flagrante de la ley marroquí por parte de los periodistas españoles", pese a lo cual reitera su compromiso con facilitar el trabajo a los reporteros, en coordinación con las autoridades competentes, con el fin de velar por su seguridad e integridad física.
En este sentido, el Ministerio pide a los corresponsales acreditados en Marruecos que respeten totalmente las reglas jurídicas y organizativas en vigor, "como ocurre en el conjunto de países civilizados".
En el caso del periodista de la cadena Ser Eduardo Marín, subraya que "no dispone de acreditación legal para ejercer su profesión en Marruecos", mientras que el corresponsal de TVE Antonio Parreño "no tenía la autorización para grabar que normalmente entrega el Centro Cinematográfico marroquí a las cadenas extranjeras, por autorización escrita del ministro de Comunicación".
En opinión del Ministerio, el caso "denota una violación flagrante de la ley marroquí por parte de los periodistas españoles", pese a lo cual reitera su compromiso con facilitar el trabajo a los reporteros, en coordinación con las autoridades competentes, con el fin de velar por su seguridad e integridad física.
En este sentido, el Ministerio pide a los corresponsales acreditados en Marruecos que respeten totalmente las reglas jurídicas y organizativas en vigor, "como ocurre en el conjunto de países civilizados".
Por otra parte, el departamento que dirige Jaled Naciri subraya que la intervención de las fuerzas de seguridad en el momento de los hechos permitió contener la situación y evitar que degenerara, al tiempo que responsabiliza de lo ocurrido a "elementos separatistas".
Según la versión ofrecida por los dos periodistas españoles, fueron ciudadanos marroquíes los que les agredieron cuando intentaron tomar imágenes de la audiencia contra los activistas saharauis, después de que aumentara la tensión en medio de gritos a favor de la marroquinidad del Sáhara, por parte de los primeros, y a favor de su indepedencia, por parte de los segundos.
Así las cosas, el Ministerio ha lamentado los intentos "por algunas partes de usar con premeditación este incidente fortuito para presentar datos erróneos sobre la actitud de Marruecos hacia los medios extranjeros".
En este sentido, expresa su "gran sorpresa" por el hecho de que los medios españoles hayan tratado, "de forma tendenciosa", de vincular lo ocurrido el viernes con las declaraciones del ministro de Exteriores marroquí, Taieb Fassi Fihri, durante su visita a Madrid, en la que criticó a la prensa española y la acusó de no informar con objetividad sobre el Sáhara y Marruecos.
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